La inmensa ventaja que tiene el doctor Edmundo González Urrutia es que no puede ser atacado, descalificado o vituperado por el gobierno, y, además, es impulsado por el mayor liderazgo auténtico de los últimos veinticinco años en el país, encarnado por María Corina Machado.
Al expresar tal criterio, al ser entrevistado por El Impulso, el profesor Justo Mendoza, analista político y especialista en materia municipal, añadió que lo más importante de este proceso comicial previsto para el 28 de julio es que la mayoría de la población quiere un cambio económico y político.
¿Es esta la campaña más atípica que se haya producido hasta ahora?
Sí, la campaña electoral presidencial de este año es atípica en todos los sentidos y especialmente porque el candidato presidencial escogido por los factores democráticos y quien recibió el apoyo de María Corina Machado, ganadora absoluta de la Primaria del 22 de octubre, es, tal vez en la historia política venezolana democrática y en este sistema autoritario, es el de una persona verdaderamente desconocida por la población, hasta el momento en que salvó la tarjeta de la Plataforma Unitaria y ésta pudo participar en el proceso comicial.
¿Cuál es el rasgo de mayor atipicidad?
Esa candidatura es producto de una circunstancia, en la cual se conjuga, primero, una profunda arbitrariedad del régimen político y en segundo lugar, un ambiente de comprensión, correspondiente al clamor popular que ha llevado a la unidad política de la oposición para concentrarse en el nombre de Edmundo González Urrutia.
¿Qué hace diferente su candidatura a otros aspirantes a la presidencia que ha tenido el país?
Este profesional internacionalista con una larga trayectoria diplomática tiene todas las cualidades y la experiencia de hombre público, pero que no es, como dice la generalidad de la población, un hombre conocido, tiene una inmensa ventaja que no es que carece de experiencia de Estado, no; sino que la ventaja es que, no habiendo tenido el trajinar de la administración pública gubernamental, sino diplomática, es inatacable e invulnerable a cualquier vituperación desde el ángulo descalificador gubernamental. Y esa misma ventaja es que no tiene ningún rechazo.
Además, Edmundo González Urrutia tiene una gran ventaja que está impulsado por el mayor liderazgo que en los últimos cinco lustros ha tenido Venezuela en la oposición y, en general, en la Venezuela política que conocemos, que es el liderazgo de María Corina Machado, el cual está vinculado, en la atmósfera de la interpretación del clamor, de los deseos, de los reclamos, de las interpelaciones de la comunidad nacional y de la sociedad civil. A esto no escapan los partidos políticos.
¿Por qué dice que no escapan?
Por un margen que voy a hacer. En las elecciones primarias perdieron los partidos políticos, porque en un altísimo porcentaje todos los militantes de los partidos votaron por María Corina Machado. Pero, en la Primaria no votaron por Vente Venezuela. Si vamos a Vente, seguramente Vente por el propio liderazgo de María Corina, sin el apoyo en general del clamor poblacional y de la gran vinculación de María Corina en términos emocionales de la sociedad civil y con los venezolanos en general, María Corina habría tenido una votación menor. No dudo que hubiese ganado, pero con una votación mucho menor y tal vez los otros candidatos hubiesen correspondientemente aumentado su propia votación relativa. Pero, ese día se votó por un cambio paradigmático en la forma de hacer política, en la forma de relación entre los partidos políticos y la colectividad nacional, en la forma del carácter del líder político y, por supuesto, en el mecanismo montado en ese auténtico liderazgo político sobre la necesidad de reconvertir y resignificar la forma de hacer política en el país por el uso del fracaso inmenso del Psuv como partido político de la concepción del socialismo del siglo 21. En otras palabras, el chavismo. Y de la concepción autoritaria que ha encarnado en el gobierno del señor Maduro.
Hay quienes sostienen que González Urrutia no es un outsider, pero, realmente, no era uno de los políticos conocidos que aspiraban. ¿Qué nos puede decir?
En este caso, el outsider está totalmente privilegiado en cuanto a la potencia electoral que tiene y que lo hace imbatible. Un segundo aspecto es como lo veo, en este momento, no hay ninguna posibilidad, objetiva, real, seria, que indique que el gobierno puede ganar la elección presidencial.
¿Cuáles son las razones?
Hay varias. Uno, casi todo el mundo cree, siente y desea que haya un cambio político. Esa parte subjetiva es fundamental para el logro de una derrota o de una victoria posible.
Segundo. El régimen después de 25 años no tiene nada que ofrecer. Se agotó. Y el agotamiento está en el concepto que se podría llamar ideológico. Al final, el chavismo no tiene ni ideología, ni conceptos doctrinales. No es de izquierda, no es de derecha, es simplemente un encuentro de aspiraciones muy personales con los intereses de mantenerse en el gobierno en tanto que el gobierno y la política lo ven como un fetiche.
¿Qué significa eso?
Que le ponen velas al gobierno, se prosternan ante el gobierno, pero no hacen nada con el gobierno. Es como ponerle una vela a un elefante porque piensan que el elefante es el efluvio divino de un dios. Ese es el segundo aspecto de por qué no ganaría, ni tiene posibilidad de ganar el señor Maduro y el socialismo del siglo 21 ninguna elección en este momento.
¿Cuál es el tercero?
Maduro no tiene nada que mostrar como gestión. Es un gobierno fallido en cuanto a la administración en tanto que la administración es el gobierno. Y no teniendo nada que mostrar, entonces, ¿qué puede presentar.
Ahí viene el cuarto aspecto por el cual no puede ganar: no tiene oferta. Porque la oferta que todos le vemos es la repetición de todo lo que está acostumbrado a hacer, que todo es fallido. ¿Qué dice? Que el próximo año tendremos una gran revolución económica. Eso es lo que ha venido diciendo durante doce años. La otra oferta que ha repetido es que el próximo año va a haber un crecimiento de la economía y vamos a tener dinero. Otra de las cosas que ha venido repitiendo es que este gobierno es respetuoso de los Derechos Humanos, pero habría que preguntarle si eso es cierto a la Corte Penal Internacional que ha venido recibiendo denuncias de víctimas y familiares de personas que han muerto a consecuencia de torturas. De igual forma la respuesta podrán dar quienes han sido objeto de persecuciones y detenciones arbitrarias por no estar de acuerdo con las políticas del oficialismo.
Asimismo ha dicho Maduro: traeremos a todos los venezolanos que se encuentran en el exterior. Primero tiene que explicar las razones económicas y políticas por las cuales la juventud venezolana y la segunda fase de la adultez venezolana se ha ido del país. Son 8 millones de electores que tenemos menos, lo que es más de un tercio del Registro Electoral en Venezuela. Por otra parte, el pueblo está convencido de que el gobierno no quiere rectificar. El gobierno lo que quiere es sobrevivir en el usufructo de la administración pública.
¿Por qué la gente está decidida a votar por un candidato de oposición?
Voy a dar tres razones por las cuales la oposición va a ganar. Primero, la gente quiere que haya un cambio y cuando la gente quiere que se produzca un cambio, eso no lo detiene nadie. Segundo, hay un liderazgo sólido, transparente, contundente, vinculado a los mejores propósitos espirituales, materiales y prospectivos de futuro en María Corina Machado. Tercero, hay un concepto de unidad a través de la Plataforma Unitaria Democrática, que ha logrado concentrar los intereses generales de los propios partidos en un gran interés general de toda la oposición y de la sociedad venezolana. Es imposible perder las elecciones.
¿Cuál es el reto y el desafío que tiene la oposición?
Primero, organizar el voto. En eso estamos. Segundo, darle consistencia informativa y consistencia inspiradora al votante, y fundamentalmente darle consistencia en términos mentales y físicos porque su disposición de práctica para defender el voto está dada y lo que tenemos es que fortalecerlo, sobre fortalecerlo en que no debe tener miedo porque lo que estamos haciendo es por Venezuela, por nuestros hijos, por nuestros nietos, por nuestros abuelos, por los olvidados, por los que no tienen voz que expresar. Y eso le da un gran valor, una gran firmeza, a la actitud de ese testigo, de ese representante de mesa, de esa pléyade gente que va a defender el voto y que va a hacer todo lo posible, democrática, pacífica y constitucionalmente, a que la intención y la voluntad de cambio de la gente se convierta en voto práctico y a las seis de la tarde del 28 de julio podamos decir nos hemos quitado el fardo de los gobiernos fallidos y hemos logrado el cambio. Ahora hay que empezar a trabajar con dignidad, con aprecio, con cariño, con amor al país por encima de los intereses particulares, sin obviar que todos tenemos intereses personales y familiares, grupales, empresariales, pero por encima los intereses de Venezuela, que son los que se necesitan.
El 4 de febrero, Maduro dijo que ganaría las elecciones por las buenas o por las malas. ¿Será capaz el gobierno de anular unas elecciones, que como usted dice, las tiene perdidas?
Nadie puede saber de cuánto es capaz el gobierno del señor Maduro, porque nos ha sorprendido con cuánto atrevimiento, cuánta audacia, cuanta acción atrabiliaria, cuánta temeridad ha esbozado y practicado para a cualquier precio mantenerse en el poder. Ahora, señor Maduro no va a ganar o poner en práctica su frisuelo de ganar por las buenas o por las malas. Por las buenas no puede ganar y por las malas tampoco, por una razón muy elemental: el gobierno está debilitado, no porque lo diga yo, no porque lo digan los analistas políticos, no porque tengamos una expectativa de esperanza y la traigamos al presente, no, sino porque todos los indicadores económicos, sociales, políticos, del entorno internacional, de los alcances endógenos de la propia actividad del Psuv y sus aliados, y lo más importante, de las propias iniciativas del señor Maduro, indican que está profundamente débil. No hay posibilidad de que siga en el poder. Lo que les queda es el propagandismo del señor Diosdado Cabello, quien por cierto no tiene credibilidad, es insultante y agresivo. El país está cansado del insulto, de la procacidad, de la grosería. del emplazamiento guachamaron como se dice en criollo, del emplazamiento violento malandro. Para que el pueblo pueda adoptar una conducta se necesita algo que no tiene el Psuv, que no tiene Maduro, que no tiene Cabello, que no tiene ningún dirigente del régimen como es conectarse con el pueblo,
¿Y qué se puede esperar del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien en forma amenazante ha dicho que aquí no gobernará más nunca la oposición mientras haya una fuerza armada antiimperialista, bolivariana y revolucionaria chavista?
Si el pueblo decide que debe haber un cambio, como se producirá inevitablemente para el señor Padrino López, debe éste recordar, si no lo sabe, lo que le dijo el general Llovera Páez a ;Marcos Pérez Jiménez ante las manifestaciones del pueblo previo al 23 de enero: General, el cuello no tiene retoño, tenemos que irnos.
¿Qué podría pasar el 29 de julio si la gente quiere que de una vez se vayan los perdedores?
No somos un pueblo bárbaro. hay que tener unos criterios básicos de negociación. Hay que crear un mecanismo de salida, lo que se conoce como mecanismo de escape, no porque van a salir escapando, aunque algunos saldrán escapando días antes como se verá, porque lo deseable es que haya ya un clima de democracia y eso significa paciencia, inteligencia, templanza política. Y ya el ejemplo del gobernador de Trujillo no lo quiere nadie, porque él amenazaba diciendo que a María Corina Machado había que recibirla a puñetazos, pero cuando ella fue allá lo que recibió fue la más clamorosa manifestación de apoyo, afecto y simpatía del pueblo.