Erupciones solares inusualmente fuertes, ocasionan tormenta solar severa que afecta a la Tierra, expertos dicen que es la más fuerte en veinte años. El estallido celeste produjo impresionantes exhibiciones de color en los cielos del hemisferio norte la madrugada del sábado, sin informes inmediatos de interrupciones en el suministro eléctrico y las comunicaciones.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos emitió una rara advertencia de tormenta geomagnética grave cuando un estallido solar llegó a la Tierra el viernes por la tarde, horas antes de lo previsto y durará todo el fin de semana.
Erupciones solares impactan a la Tierra
El Sol ha producido fuertes erupciones solares desde el miércoles, lo que ha provocado al menos siete explosiones de plasma. Cada erupción, conocida como eyección de masa coronal, puede contener miles de millones de toneladas de plasma y campo magnético de la atmósfera exterior del Sol, o corona.
Esta tormenta, de nivel 4 en una escala de 5, plantea un riesgo para las líneas de transmisión de alto voltaje de las redes eléctricas, pero no para las líneas eléctricas que suele haber en los hogares, dijo Dahl a reporteros. Los satélites también podrían verse afectados, lo que podría alterar la navegación y los servicios de comunicaciones aquí en la Tierra.
Tormenta solar severa no es un riesgo
La NASA dijo que la tormenta no representaba una amenaza seria para los siete astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, el aumento de la radiación podría amenazar a algunos de los satélites científicos de la NASA. Los instrumentos extremadamente sensibles se apagarán, si es necesario, para evitar daños, dijo Antti Pulkkinen, director de la división de ciencia heliofísica de la agencia espacial.
Por ejemplo, una tormenta geomagnética extrema ocurrida en 2003 produjo cortes de electricidad en Suecia y dañó transformadores eléctricos en Sudáfrica.
Varias naves espaciales enfocadas en el Sol están monitoreando toda la acción. «Este es exactamente el tipo de cosas que queremos observar», dijo Pulkkinen.
Las señales entre los satélites GPS y los receptores terrestres podrían sufrir interrupciones o perderse incluso tras el paso de la tormenta, apuntó la NOAA. Pero hay tantos satélites de navegación que esos cortes no deberían ser muy largos, apuntó Steenburgh.