«Solo una universidad de hampones,
contrata al hampa para su gestión».
Crisanto Gregorio León
Cual tumor cancerígeno.- Una noticia ni tan pretérita que cobra vigencia al encontrarnos con “La Piraña” como autoridad de asuntos académicos en otra universidad. La expulsada directora de la escuela de Derecho de una ilustre y digna Casa de Estudios Superiores ubicada en una urbe metropolitana y de privilegiado ranking a nivel nacional; que pudo detectarla y la extirpó cual tumor maligno por estar dañando su Goodwill y su know-how. Ahora “La Piraña” se ha mantenido enconchada en otra muy desprestigiada Alma Mater con un ranking entre las peores y antítesis de la primera. “La Piraña” logró infiltrarse en esta desprestigiada “madre nutricia”, como si nadie supiera de sus descomposturas éticas. Pero es triste consecuencia de un pensamiento corrupto, donde ésta alcahueta universidad que inmoralmente la acogió; vende en el mercado negro como legítimos sin cursar estudios: títulos, cartas de culminación, diplomados, y cuanto cartón de bingo cante su oferta académica; y la ha tenido subvirtiendo el orden en el Campus, haciendo pasar como normal lo anormal y traficando con la educación superior.
Narran los chicos sus ascos y sus náuseas, ante el estupro de “La Piraña” horripilante.- Ya son cuatro expulsiones conocidas. Ya en otras ocasiones a “La Piraña” la han expulsado de universidades, por ilicitudes e inmoralidades; por hacer carrera docente al estilo despótico (más bien necrótico) y obligando a tener sexo a los jovencitos estudiantes a cambio de aprobarles las asignaturas, luego de someterlos a desenfrenos y borracheras; y en la que forma alianzas con un estaff de bandidos académicos que se las ingenian para pasar inadvertidos y endilgarle a otros sus aberraciones, en el afán de disipar las sospechas sobre ellos y operar sin que nadie les respire en la nuca. Ahora en esta otra etapa de su carrera criminal académica, “La Piraña” se ha aliado también con la desprestigiada Andrea Ortiga, de la que podrán tener una visión en andrea-ortiga-la-pringamosa-de-los-titulos-universitarios-ilegitimos-15nov/ y en pacheco-la-delincuente-agazapada-17abr/ .
La común animadversión.- Aliadas para las corruptelas, “La Piraña” y Andrea Ortiga han hecho connubio, para capitalizar de manera perversa las tareas que cada una tiene asignadas y a las cuales les sacan provecho ilícito. En lo que se ha podido evaluar como una artillería en contra de Enrico Martino y en una conjura de destrucción recíproca se mal ponen con el director de la escuela. “La Piraña” y Andrea complotan en contra de Martino y le llevan chismes ciertos o verdades amargas al director, mientras que Martino hace lo propio en contra de ellas, porque se conocen bastante cuales siniestras personas, sabiendo de la magnitud de las incorrecciones de que son capaces. Y la guerra es a muerte, ya que se quieren destruir mutuamente para tener puerta franca a la corrupción, amplitud de ingresos ilegales y libertinaje en la acción, donde nadie les ladre en la cueva. Andrea y “La Piraña” quieren todos los dólares producto de la corrupción para ellas solitas y Enrico Martino los quiere para él únicamente. De modo que entre sí, se mal ponen a diario y en vez de estar prestos a la producción académica decente y a los logros científicos inéditos y de calidad en sus departamentos, procurando mejores récords honestos del estudiantado; por el contrario, enmarañados en sus negocios sucios, andan de lleva y trae, de dimes y diretes, inculpándose de parte a parte cuales comadres ante el director, que al parecer está abriendo los ojos respecto de lo impropio, incómodo e inconveniente de tener esta trinca de delincuentes en el equipo, que están dejando mucho rastro punible y haciendo mucho ruido con sus escándalos diarios, y no se vislumbra calidad académica.
Coimar en el preaviso de despido.- Habla muy bien del director, que se deshaga de estas tres lacras académicas: de “La Piraña” como ya la ha extirpado, pero también debe patear de ipso facto a Andrea Ortiga y urgente debe salir de Enrico Martino. Lo que le lavaría la cara y rescataría un poco su dubitable prestigio. Es una decisión que celebra la academia decente, por ser acertadísimo expulsarlos. Es que “La Piraña” aún de preaviso de despido, mantiene la mafia de las tesis funcionando a su favor. Porque durante este tiempo ella anda haciendo “macuare”. Dicho de otro modo, está aplicando el refrán «para lo que me queda en el convento, me cago dentro». De tal manera que se le ha visto a “La Piraña” exigiendo coimas y extorsionando a los estudiantes y a los próximos graduandos o aspirantes a grado, reclamando pagos adelantados ‘en cash y en sus manos’, por su dolosa gestión en la que llegó a enriquecerse corruptamente tal como es su perversión. Dice “La Piraña”: «páguenme rapidito porque me botaron» Está operando el negocio ilícito a diestra y siniestra, por lo que es menester desarticularla. “La Piraña”, está hasta vendiendo el alma, pero no se quiere ir con menos de lo que se llevó delictivamente en esa ocasión de aquella ilustre universidad que la acogió cuando fungió de directora de la Escuela de Derecho y a la cual traicionó; pero de la que fue destituida en medio de un escándalo que se supo en toda la urbe o por decir: toda la ciudad se enteró. Cerrando esta epístola, nos ha llegado la noticia que también de esta otra universidad “La Piraña” ha sido extirpada. « ¡Felicitaciones a medias al director!, por hacer lo correcto, !pero falta mucho trecho campeón!». La gente honesta y decente de esta víctima y desprestigiada Alma Mater donde “La Piraña” llegó hace un trienio e hizo metástasis, ha visto con buenos ojos la decisión del director de extirparla aquí también y con ello se ha anotado puntos a su favor. Pero aún quedan ahí dentro Andrea Ortiga y Enrico Martino, otras lepras aliadas de la jefa del departamento, además de variadas alimañas que son cabos sueltos, que por razones «non sanctas» han salido ilesos de esta endeble remecida de mata.
Infieran el epíteto.- No en balde los pseudónimos describen la apariencia física, gestual o gesticular, o la personalidad moral de aquellos a quienes se refieren. “La Piraña” se ha ganado ese mote por la depravación de su corrupción, al ser conocida por su insaciable y agresivo modus operandi, por plagiar tesis, forjarlas y venderlas, para ganar ilícita y puniblemente dólares sucios producto de inmoralidades. Que incluso da como aprobadas tesis de grado que nunca se han presentado, a fulanos que nunca han sido estudiantes, pero que le pagan en altas sumas de dólares. “La Piraña” es una sinvergüenza que se alimenta de la falta de ética de los estudiantes y camaleones que se prestan para ello. “La Piraña” torpedea a los compañeros docentes, haciéndoles un juego en contra mal poniéndolos respecto de sus capacidades como tutores para que los estudiantes con opción a grado, se vean en la necesidad “bajo cuerda”, de contratarla a ella y comprarle las tesis de grado. O en los vandálicos negocios ilícitos para ella, de simplemente otorgarles el título a sus clientes del mercado negro sin que estudien y sin que pisen la universidad, ni siquiera para defender la tesis. En fin, “La Piraña”, se conoce todos los vericuetos y ardides posibles para montar tesis falsas y defensas inexistentes, así como de graduar a gente que nunca pisó las aulas de clases. Ella es una timadora voraz y experta en cómo eludir los controles legales y reglamentarios de los procedimientos intramuros de la universidad y graduar a gente «inapta e inepta», en las profesiones a que se contraen sus títulos. Al igual que Andrea Ortiga es peligrosa frente a un terminal de computadora, alterando calificaciones o aprobando a gente aplazada en las asignaturas que fueron evaluadas por otros profesores. “La Piraña” es un súcubo que persigue a los estudiantes jóvenes para que conminados y obligados tengan sexo con ella so pena de aplazarles las asignaturas. Deberían haberla bautizado “La Rata”. Estos son algunas de las invirtudes inmorales e ilícitas que describen la conducta de “La Piraña” y seguramente no están todas enunciadas aquí, pues “La Piraña” en cuestiones de corruptelas, inmoralidades e ilicitudes, suele improvisar según los escenarios.
Una directora sin escrúpulos.- En violación flagrante a la autonomía de cátedra, y traicionando la confianza que se le hubo otorgado y teniendo en primera línea los modelos de los exámenes o pruebas que los profesores les practicarían en su oportunidad a los estudiantes de Derecho en cualquiera materia o asignatura; “La Piraña” aprovechándose de su privilegio como directora de la Escuela, les exigía a los docentes que le entregasen a ella para su valoración, la prueba que iban a aplicar; y entonces se tomaba para sí el ejemplar solicitado, luego lo digitalizaba o lo fotocopiaba y/o fotografiaba previo el momento programado para la examinación y lo vendía a los estudiantes de abogacía en altas sumas de dólares. Dicho de otro modo, durante su gestión “La Piraña” vendía las titulaciones, y vendía los exámenes, de tal forma que los estudiantes iban a la prueba a hacer teatro, pues se sabían las respuestas de los exámenes, porque “la directora” se los vendía traicionando el cargo, el puesto, la confianza que la universidad le otorgó, y burlándose de los compañeros profesores, que no se imaginaban que la propia directora de la Escuela, tuviera un mercado negro de pruebas o exámenes.
Un grupúsculo de profesores cómplices a “La Piraña”.- Ah, pero “La Piraña” o la cabezona, no actuaba sola, – como tampoco actúa sola en esta otra universidad -, pues tuvo en esa Escuela de esa Facultad de Derecho a otros profesores que formaron con ella una alianza delictiva estratégica, que al final terminaron entregándola, pues las agallas eran ya más grandes que su propia cabezota. Como toda corrupta “La Piraña” llegó a creerse inamovible de ese cargo, pensó que sería vitalicia como directora de Escuela de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, pero las autoridades universitarias practicaron una cirugía de altura, con una entrega controlada de dólares y extirparon a “La Piraña”, la patearon, la expulsaron al tratarse de “una alimaña dentro de un vergel”. Y en esta universidad donde ahora comparte complicidad con Andrea Ortiga, sus relaciones son tentaculares, por lo que no basta con extirpar únicamente a “La Piraña”, si dejan ilesos a Andrea y a Martino. Lo peligroso de esta mujer, es su personalidad engañosa, pues ella alardea de ser paradójicamente una “serpiente virtuosa” y se trata de una “cobra viciosa”. Así las cosas, quien no la conozca la tiene como inofensiva e inocua y la metástasis de la corrupción universitaria se propaga en esta otra Alma Mater donde “La Piraña” seguirá operando, aun no estando mientras eclosionan sus huevos.
«No se obtiene educación superior,
gestionada por gente de inferioridad moral».
Crisanto Gregorio León
Dr. Crisanto Gregorio León.