El Centro de Justicia y Paz (Cepaz), en conjunto con la Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos (Redac), presentaron este martes 7 de mayo el informe «Las Rutas Migratorias Más Peligrosas de América».
En esta actividad, fue abordado el Camino incierto que atraviesan las personas migrantes y refugiadas venezolanas
Dando voz a los migrantes venezolanos
El objetivo principal del informe, es dar voz a las personas provenientes de Venezuela que requieren protección internacional. A través de la recopilación y análisis de testimonios obtenidos mediante entrevistas.
Entre las rutas peligrosas está la que transitan los migrantes en la Selva del Darién, donde detallaron que durante el año 2023, 328.667 venezolanos cruzaron este territorio.
También destacaron la situación de los venezolanos cuando llegan a México con la esperanza de ingresar a los Estados Unidos.
Solo el 3.3% de población venezolana en territorio azteca tiene planes de trabajar en dicho país, mientras que el 95.6% se proyecta cruzar en los próximos tres meses a Estados Unidos.
Migrantes venezolanos: Un contexto difícil
Los expertos que participaron en la actividad vía Zoom, señalaron que la migración venezolana continúa en aumento, impulsada por la grave crisis económica y social que vive el país desde hace varios años.
En este contexto, se observó un cambio en el flujo migratorio, con un número creciente de venezolanos optando por rutas migratorias irregulares hacia Estados Unidos, a pesar de los múltiples desafíos que estas representan.
Desafíos en las Rutas Migratorias
Las personas migrantes y refugiadas venezolanas que transitaron por rutas irregulares se enfrentaron a una serie de riesgos y desafíos, incluyendo:
Violencia y extorsión por parte de grupos criminales.
Tráfico de personas y explotación sexual.
Falta de acceso a servicios básicos como alimentos, agua y atención médica.
Detenciones arbitrarias y deportaciones sin garantías del debido proceso.
Xenofobia y discriminación por parte de las poblaciones locales.
Falta de Respuesta Adecuada
¿Por qué deciden migrar por las rutas peligrosas?
Los expertos detallaron que el motivo principal es la necesidad de un mejor futuro.
«Lo hacen por la necesidad de seguridad, de alimentos, de salud, coinciden los expertos.
Destacan que muchos tiene pasaporte, pero no obtienen acceso las visas, por esta razón los migrantes optan por recurrir a estos caminos peligrosos.
¿Cuáles son las rutas peligrosas que transitan los migrantes?
Tapón del Darién
El Tapón del Darién es una selva pantanosa ubicada en la frontera entre Colombia y Panamá, siendo la única vía terrestre que conecta la zona sur con la parte central de la región. El terreno es empinado y resbaladizo. Las temperaturas oscilan entre 20 y 35 grados centígrados, con fuertes lluvias e inundaciones entre mayo y diciembre. Los ríos son caudalosos y testimonios señalan que se pueden ver gran número de cadáveres en sus aguas. Está escasamente habitada por algunas comunidades indígenas y, especialmente, por bandas criminales que controlan la zona y se benefician económicamente de la ausencia de autoridades en esta ruta migratoria.
La frontera colombo-venezolana
En esta región fronteriza confluyen múltiples factores de riesgo que han derivado en el desplazamiento forzado de familias, y que representan una amenaza para la población migrante y refugiada que opta por esta ruta. Destaca especialmente la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares que controlan distintas zonas de Colombia, entre ellas, los pasos fronterizos ilegales. Pero los riesgos que enfrentan quienes transitan por esta ruta están relacionados no solo con los grupos armados, sino con desastres naturales, el cierre de las fronteras y su militarización. A dichos riesgos, se suman los preexistentes peligros vinculados con la trata de personas, el reclutamiento forzado para actividades ilícitas vinculadas con narcotráfico y los grupos armados, la explotación y la violencia -especialmente la violencia basada en género-, así como la falta de refugio, de infraestructura sanitaria y de redes de apoyo, amenazas, intimidaciones, robos, estafas, violencia física, violencia de género, extorsión y secuestros.
El «Tren La Bestia» en México
El también llamado Tren de la Muerte transporta combustibles y otros insumos por las vías férreas de México. Miles de migrantes se aferran a él para transportarse riesgosamente en su techo desde el sur de México hasta la frontera con Estados Unidos.
El viaje se caracteriza por fatales accidentes, especialmente, miles de muertes y amputaciones que generan la caída desde el techo del tren a las vías férreas. De hecho, en México, la segunda causa de muerte de migrantes en tránsito está relacionada con accidentes de tren, lo cual es significativo, al considerar que aproximadamente el 18% de las personas que llegan a la frontera lo hacen en este medio de transporte.
El tren La Bestia implica también otros riesgos para las personas migrantes y refugiadas debido a las altas posibilidades de enfrentarse a asaltos, extorsiones, corrupción, detenciones y actos de violencia sexual, especialmente por las bandas criminales que operan en la zona.
La Unidad de Política Migratoria de México reportó en el año 2021 un total de 4.360 personas venezolanas en situación migratoria irregular en el país. Esta cifra aumentó en 2022, año en el que este mismo organismo reportó 96.197 personas venezolanas en situación migratoria irregular. Aún más, en el año 2023 el número de migrantes venezolanos en condición irregular llegó casi a triplicarse respecto al año anterior, alcanzando la cifra de 222.994 personas.
La frontera entre México y Estados Unidos
Esta frontera se extiende a lo largo de 3.152 kilómetros, desde el noroeste de Tijuana hasta la desembocadura del Río Bravo en el Golfo de México. Se caracteriza por una muy marcada dinámica migratoria, especialmente en las fronteras norte y sur de México, convirtiendo a este país en un territorio de tránsito, origen, destino y retorno de miles de migrantes.
Cruzar por alguna de sus seis rutas principales implica asumir múltiples riesgos, incluyendo el tránsito por terrenos inhóspitos, zonas urbanas y desiertos impenetrables. La frontera entre estos dos países ha sido catalogada como la ruta terrestre más peligrosa del mundo. Para el año 2022 fueron registradas 686 personas migrantes que desaparecieron o fallecieron a lo largo de esta ruta; cifra que representa casi la mitad de todas las muertes y desapariciones registradas en las Américas para el mismo año.
Un Llamado a la Acción para proteger a migrantes
El informe «Las Rutas Migratorias Más Peligrosas de América» busca generar conciencia sobre la grave situación que enfrentan las personas migrantes y refugiadas venezolanas. Por esta razón, quienes presentaron el informe instaron a los Estados, organizaciones internacionales y sociedad civil a:
Implementar políticas públicas que garanticen la protección de los derechos de las personas migrantes y refugiadas.
Fortalecer los mecanismos de cooperación regional para abordar la crisis migratoria de manera integral.
Combatir el tráfico de personas y las redes criminales que se lucran con la migración irregular.
Promover la inclusión social y la integración de las personas migrantes y refugiadas en las comunidades de acogida.
Contribuir a la documentación de la crisis de movilidad humana venezolana, con un enfoque particular en las rutas migratorias más peligrosas.
Identificar brechas y desafíos en la respuesta regional a esta crisis.
Proponer recomendaciones pertinentes y fundamentadas para mejorar las políticas de protección y asistencia hacia la población migrante y refugiada venezolana.
Un Panel de Expertos
El evento contó con la participación de destacados expertos en la temática migratoria:
Nicole Hernández: Investigadora del informe «Las Rutas Migratorias Más Peligrosas de América».
Natalia Matamoros: Representante de Es’Palante e integrante de Redac.
Verónica Colina: Coordinadora de Redes y Activismos de Cepaz.
Manuel Monterrosa: Creador digital, como invitado especial.
La moderación estuvo a cargo de Cristina Ciordia, Coordinadora de Incidencia de Cepaz.