Con preocupación ven los miembros de las organizaciones culturales de Barquisimeto el descuido en que se encuentra la casa donde vivió su infancia y juventud el poeta Rafael Cadenas, el intelectual venezolano universalmente más prestigioso, admirado y respetado de las letras, cuyo premio Cervantes del año pasado lo convierte en candidato al Nobel de Literatura.
Así lo expresó Pedro J. Lozada Sira, presidente de la Asociación de Escritores Larenses, quien se quejó de la apatía, la indolencia y la falta de gentilicio de las autoridades, ya que resulta inexplicable que la persona que mayor proyección le ha dado a la cultura larense y por ende a Venezuela, no se le la debida importancia al inmueble donde residió cuando se formaba como estudiante y apasionado por las letras.
Esa casa, expuso a El Impulso el ingeniero y escritor Lozada Sira, ubicada a pocos metros del Centro de Historia Larense, se encuentra en los alrededores de la plaza Lara y precisamente donde hubo el último asentamiento de la hoy capital del estado.
Por razones históricas y emocionales debería estar en las mejores condiciones y servir de atractivo a propios y extraños, ya que hoy Rafael Cadenas es un patrimonio viviente de Venezuela, renombrado como poeta y ensayista, cuya trayectoria como docente universitario es merecedor del mayor respeto y consideración en los ámbitos académicos venezolanos y del continente.
Cadenas, quien el pasado mes de abril cumplió 94 años, formó parte del grupo Tabla Redonda de Latinoamérica que en la década de los 60 constituyó uno de los movimientos culturales más revolucionarios de la cultura en la región de América Latina.
Su obra lo ha consagrado como un extraordinario valor literario y, entre los galardones que ha obtenido en reconocimiento a su talento figuran el Premio Nacional de Literatura en nuestro país, el premio FIL de Literatura en Lenguas Romances otorgado en Guadalajara (México), el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el máximo premio en lengua castellana, el Cervantes, que por tradición convierte a quien lo gana en candidato al Nobel de Literatura.
Es por ello que nos duele a los barquisimetanos y, en general, a todos los larenses que debemos sentirnos de quienes ponen en alto el nombre de nuestro estado y, por consiguiente, del país, las autoridades del Estado no los tomen en consideración y les brinden, como ocurre en otras partes del mundo, el mayor apoyo a todo lo que esa personalidad representa porque ha colocado a su país en lo más alto de la actividad en la que han sobresalido.
Es posible que las autoridades no hayan leído ninguna de sus producciones, pero es de suponer que tengan asesores que les indiquen la importancia que tiene un autor como Rafael Cadenas, autor, entre otras obras, de Cantos Iniciales, Amante, Una isla, Realidad y Literatura, El taller de al lado, Los cuadernos del destierro, Falsas maniobras, Gestiones y Dichos.
Dolor da ver cómo el techo de la casa abandonada de Rafael Cadenas se está cayendo a pedazos `precisamente en el sitio histórico más viejo de Barquisimeto, en los alrededores de la plaza Lara, que debe ser el lugar más querido de nosotros porque ahí, en los albores del crecimiento de la ciudad, se irguió con vigor la hoy capital larense, enfatizó Pedro J. Lozada Sira. Ojalá la preocupación que exteriorizamos hoy los barquisimetanos que sentimos la ciudad sea tomada en cuenta por quienes están obligados a ser los conductores del destino de esta bella ciudad.