Aunque la propuesta de una solución al largo conflicto entre Palestina e Israel proviene esta vez del radical grupo Hamás, consideramos que no se le debe subestimar por esa causa y despacharla a la ligera al cesto de la papelera.
En efecto, recientemente Hamás planteó a Israel abandonar las armas condicionado a la reinstalación de los palestinos en el territorio existentes antes de junio 1967 en el área comprendida entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. Hamas se convertiría en un partido político y Ejercito propio de los proceso de paz acordados por los involucrados en la guerra. La propuesta conlleva el candente tema de la cohabitación pacífica entre ambos pueblos.
Precisemos que tras la decisión de Naciones Unidas en 1948 de asentar a los israelíes en territorios ocupados por palestina, se inicia este conflicto que se extienda hasta la actualidad llevando la peor parte los árabes.
Inmediatamente que Israel ocupa los mismos inicia la violación de las condiciones de la medida adoptada por la ONU, Se inicia la apropiación progresiva de más territorios ocupados desde la antigüedad por los palestinos. Ello provoca varios conflictos armados, entre estos la Guerra de los Siete Días de junio de 1967. Es la ocasión que Israel aprovecha, como vencedor de la guerra, para consolidar su poder territorial.
Con el paso del tiempo han surgido otras soluciones a este conflicto que enfrenta a judíos y árabes en el Medio Oriente. Recordemos que en marzo de 2002 el entonces el primer ministro de Relaciones Exteriores Saudita, Saud al-Faisan, propuso la división de Jerusalén dos partes para palestinos e israelíes. Por los intereses en pugna aquello no pasó de ser una quimera.
Esa es la capital de Israel considerada la ciudad eterna e indivisible de los judíos mientras que para los palestinos es la Ciudad Santa. Se trata de una urbe de características muy singulares por ser el relevante centro de peregrinación de judíos, musulmanes y cristianos. Es decir, que representa un foro para la cohabitación religiosa.
Constituye un hecho admitido que de acuerdo con el Antiguo Testamento que los primeros habitantes de Palestina pertenecían a las tribus semitas cananeas de origen árabe. Los hebreos llegaron después. Por lo que histórica y jurídicamente Palestina es el originario y legítimo ocupante de los mismos. Derecho que derivan de los antiguos filisteos.
Visto desde ese enfoque los antiguos hebreos no nacieron en Palestina. Luego a partir de 1948 se convierten en colonialistas al ocuparlos con el visto bueno de la ONU y Gran Bretaña en funciones de protectorado. En ese contexto resultan cuestionables los derechos esgrimidos por los judíos venidos de Europa como antiguos herederos de los hebreos de Tierra Santa. De esa forma pasaron de víctimas del fascista Adolfo Hitler a opresores de los palestinos. Un hecho inaceptable en un mundo civilizado y libre.
No obstante, hasta ahora Palestina no es un Estado sino una comunidad en un territorio disperso. En la ONU no tienen derecho a voto situación ratificada recientemente con el poderío aplastante de Estados Unidos en defensa de Israel, su aliado estratégico en la zona.
Su justa y heroica lucha es por sus legítimos e históricos derechos territoriales. El combate por el pedazo de tierra para sobrevivir. No son terroristas como malintencionadamente los descalifica cierta propaganda negra.
Por ende, la propuesta de un cese de la guerra por Hamás la apreciamos por los elementos de racionalidad que la acompañan, visto que se trata de un grupo radical practicante de métodos violentos de lucha. Lo que cuenta es su intención de poner cese a la guerra sin pensar que proviene del Diablo.
Freddy Torrealba Z.
X @freddytorreal11