Casi 282 millones de personas en 59 países sufrieron hambre aguda en 2023, con Gaza, devastada por la guerra, como el territorio con más gente en situación de hambruna, según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias publicado el miércoles.
El reporte de Naciones Unidas indicó que, con respecto a 2022, había 24 millones de personas más que padecían una falta grave de alimentos, debido al fuerte deterioro de la seguridad alimentaria, especialmente en la Franja de Gaza y Sudán. El número de países con crisis alimentarias que están en seguimiento también subió.
Máximo Torero, economista jefe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU, apuntó que 705.000 personas en cinco países están en la fase 5, el nivel más alto de una escala de hambre determinada por expertos internacionales, el peor dato desde que comenzó a elaborarse el informe en 2016 y cuatro veces más que ese año.
Más del 80% de quienes están en una situación de hambruna inminente — 577.000 personas — están en Gaza, agregó. En Sudán del Sur, Burkina Faso, Somalia y Mali hay varios miles de personas que enfrentan un hambre catastrófica.
Según la previsión de futuro del reporte, alrededor de 1,1 millones de personas en Gaza — donde la guerra entre Israel y Hamás está en su séptimo mes—, y 79.000 en Sudán del Sur entrarán en la fase 5 y padecerán hambruna en julio.
Los conflictos continuarán provocando inseguridad alimentaria en Haití, donde las bandas controlan grandes zonas de la capital.
Además, aunque el fenómeno de El Niño tuvo su apogeo a principios de 2024, “es probable que su impacto en la seguridad alimentaria — incluyendo las inundaciones y la escasez de lluvia en partes del este de África y la sequía en el sur, especialmente en Malaui, Zambia y Zimbabue – se manifieste a lo largo del año».
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el reporte de “listado de fallos humanos” y apuntó que “en un mundo de abundancia, hay niños que se mueren de hambre”.
“Los conflictos surgidos en los últimos 12 meses agravan una situación global nefasta”, escribió en el prólogo del informe.
Guterres destacó el conflicto en la Franja de Gaza, ya que el enclave palestino alberga al mayor número de personas en situación de hambre catastrófica. Además, la guerra que se libra desde hace un año en Sudán, y que ha creado la mayor crisis de desplazamientos internos del mundo, ha tenido “un impacto atroz en el hambre y la nutrición”, agregó.
De acuerdo con el informe, más de 36 millones de personas en 39 países y territorios enfrentan una emergencia de hambre aguda, un escalón por debajo del nivel de hambruna de la fase 4, y más de un tercio están en Sudán y Afganistán. Esto supone un incremento de un millón de personas con respecto a 2022, dijo el reporte.
Inseguridad alimentaria aguda se ha incrementado
Arif Husain, economista jefe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, indicó que, desde 2016, cada año la cifra de personas con inseguridad alimentaria aguda se ha incrementado, y ahora hay más del doble que antes de la pandemia del COVID-19.
Aunque el reporte analiza 59 países, dijo que el objetivo es recopilar datos de 73 naciones en las que la población tiene una situación de inseguridad alimentaria grave.
Por su parte, Guterres pidió una respuesta urgente a las conclusiones del reporte que aborde las cusas subyacentes del hambre aguda y la malnutrición, y que transforme los sistemas de reparto de alimentos. La financiación tampoco está a la altura de las necesidades, destacó. “Debemos tener fondos y también debemos poder acceder», señáló Husain, subrayando que ambas cuestiones “van de la mano” y son esenciales para atajar la inseguridad alimentaria.
El reporte es la publicación más importante de la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria y se basa en la colaboración de 16 socios que incluyen agencias de la ONU, instituciones regionales y multinacionales, la Unión Europea, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y organizaciones técnicas, entre otros.