POBRES CRIATURAS
(Poor Things)
(Director: Torgos Lanthimos)
El miedo al qué dirán y visto desde ser mujer es quizás uno de los Introyecto (proceso inconsciente por el cual un individuo incorpora actitudes, ideas y creencia de otros en sí mismo) más arraigados del ser humano, la figura de la madre, la abuela, el esposo, los vecinos, tíos, el hijo está allí en cada decisión transcendental de vivir, sentir, atreverse, arriesgar.
En Poor Things, película ganadora de 4 Oscar este 2024, entre ellos mejor actriz con Emma Stone, ese miedo de Bella Brexter al qué dirán es inexistente desde el principio hasta el final.
Bella Baxter es una joven revivida por el brillante científico Dr. Godwin Baxter, Bella estando embarazada se suicida y el Dr Baxter la revive, pero colocándole el cerebro del bebe, es decir, es una niña en cuerpo de mujer.
Una mujer que vive encerada por su creador para no enfrentarla con el mundo. Una mujer encerrada por su proveedor digamos; esta escena de ella bajo esa condición y la forma tan inusual como decide independizarse es un sello del film que muchos críticos la dibujan como de libertad femenina.
Antes de casarme contigo Max Candle y vivir una vida de esposa – quiero tener algunas aventuras con Duncan Wedderburn, sentir, vivir, tener orgasmos, y hambrienta de la mundanidad que le falta se va por el mundo a conocerlo junto a su amante.
Créame es un film no convencional por tanto prepare su apertura mental. Es una película que no le va a mostrar certezas o narraciones coherentes. El personaje de Stone no tiene habilidades sociales, y su edad mental no coincide con su cuerpo lo que hace que se comporte de forma imprevista, se haga preguntas, explora su cuerpo como los adolescentes, reflexiona y lo va hacer saltar y moverse del sillón a cada instante. Mucho asombro y vergüenza tradicional encontrará.
El hecho que el personaje no tenga límites ni tapujos, ni “el qué dirán” este en su primera línea decisoria, la hace decir lo que quiere, sin ataduras morales ni sociales, resultando a veces provocador e hiriente, es una obra irregular. Muestra un mundo retorcido pero brillante.
Todo en Poor Things (Pobres Criaturas) es maravillosamente bizarro, desde la producción hasta el diseño del vestuario que gano un Oscar y merece detallar pues sus exagerados diseños sirven para engrandecer el carácter de Bella Braxter y al mismo tiempo acompañan visualmente las etapas de su crecimiento, al principio usa enterizos amplios como la bebe que es, después los cambia por shorts altos, blusas elaboradas y faldas largas y termina con ropa académica, ceñida al cuerpo y sofisticada.
La vida que escoge no incluye un cuento de hadas: poner en las redes la petición de manos en un restaurante y rodeadas de sospechosos amigos, ella no incluye el matrimonio ni exclusividad con una persona, lo que si incluye son vínculos con diversas personas y aquí la sexualidad en el fin tiene un pilar distinto y central a los demás films.
Bella se da cuenta de que el placer sexual no es exclusivo de estar con un solo hombre y además no solo da poder sino monedas, la forma como empieza a trabajar en un burdel y todo su recorrido en el mismo genera imágenes de asombro que sobresale en las conversaciones de quienes la vean junto a usted:
- Bella Baxter: Estoy descansada, hagámoslo de nuevo.
- Duncan Wedderburn: ¿Otra vez? Desafortunadamente, incluso yo tengo mis límites. Los hombres no pueden seguir viniéndose por más tiempo.
- Bella Baxter: ¿Es un problema fisiológico? O ¿Una debilidad en los hombres?
Pobres Criaturas es casi un fílmico de crítica a la psique humana, de un personaje ingenuo a veces y adelantado en otro, que desconoce el mundo y no va a esperar la llegada a la adultez para conocerlo.
Es una película que tiene mucho que decir pero también oferta mucho que sentir, comienza con una frase demoledora, retadora: – ella es una “retardada hermosa”, dice el Dr. Baxter a su alumno, una mujer atractiva sin demasiada complejidad mental – es como para retorcerse del asiento, pero a lo largo del film esta mujer se convierte en un ser que nace con la conciencia quizás innata en todos nosotros que la opinión de los demás, no determina mi bienestar.
Fritz Márquez
@fritzmarquez360