Los partidos de la PUD finalmente pudieron inscribir a Edmundo González Urrutia en sus tarjetas, pero qué harán ahora sin las inhabilitaciones, que hará el gobierno, porque seguramente no se quedarán tranquilos, advierte el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, al revisar los escenarios actuales.
Me parece que la estrategia opositora de seguir nombrando candidatos unitarios alternativos, frente a cualquier decisión de inhabilitación, complicó la estrategia del chavismo, asegura León.
¿Cuántos líderes y tarjetas tendría que inhabilitar el gobierno para evitar que la elección se convierta en un plebiscito contra Maduro? ¿Cuál sería el costo político para el gobierno internamente y con sus propios aliados? Se pregunta.
Su mejor estrategia es parar aquí y enfrentarse a Edmundo González, sin seguir elevando costos políticos innecesariamente.
Ahora la gran pregunta es ¿cómo hará el chavismo el damage control por una vía distinta a las inhabilitaciones, porque con costos infinitos de salida, no es probable que se queden tranquilos.
Ahora con más razón es importante trabajar en la reducción de esos costos y en la construcción de una vía de trabajo conjunto para producir soluciones que abran espacio real a cualquier transición futura y eso va mucho más allá de la elección.
En todo caso, la noticia es muy positiva políticamente, pero sobre todo económicamente, pues reabre las posibilidades de negociación con USA, facilita las licencias y permisos en materia energética y entrega al gobierno norteamericano argumentos para explicar por qué podría valer la pena abrir y no cerrar la economía venezolana, señala León.