#OPINIÓN La depresión, el Covid-19 y la Biblia #23Abr

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Un informe de la Organización Mundial de la Salud explica que el primer año de la pandemia por COVID-19, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25% .  La preocupación por el posible aumento de las afecciones mentales ya había llevado al 90% de los países encuestados a incluir la salud mental y el apoyo psicosocial en sus planes de respuesta al COVID-19. Es  por ello nuestra insistencia en el tema, por cuanto es un flagelo que sigue creciendo afectando inclusos a los cristianos seguidores de Jesús.

Es de resaltar que por razones obvias en el tiempo cuando Jesús estuvo por primera vez en la tierra,  no había métodos terapéuticos para tratar estos asuntos relacionados con la depresión, la ansiedad, el miedo y otras patologías que a lo largo de la existencia del hombre en este mundo de pecado lo han afectado. En ese tiempo sólo existía la FE en un Salvador que podía escuchar y responder a nuestras debilidades a través de la oración. Y hoy día lo sigue haciendo…

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El caso de Juan El Bautista no es una excepción, como ya lo hemos expresado en otras entregas.   Les cuento. La presencia de Juan el Bautista como quien iba a revelar  la primera venida de Jesús estaba predicha  en las profecías. Y es precisamente el profeta Isaías quien lo anunció, por lo cual es de vital importancia adentrarnos en el ANTIGUO TESTAMENTO por cuanto un solo texto sin su debido contexto un pretexto y lo hacemos con el propósito de mostrar argumentos con verdadero sostén bíblico.  600 años antes de nacer, el profeta Isaías anunció de manera clara, concisa y precisa que Juan aparecería en tiempos de Jesús preparando el camino y la situación espiritual del pueblo Judío.  Dijo Dios a través del profeta refiriéndose a El Bautista…»CLAMA a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado” Isa.58:1. Dios tenía para Juan una misión aún antes de nacer.

Cuando nació, como estaba predicho 600 años antes, se convirtió en un predicador audaz del arrepentimiento. La multitud acudía para oír su llamamiento al arrepentimiento bíblico. Anunciaba a alguien mayor que él. Aún Herodes se acercó para escuchar su denuncia del pecado. Juan predicaba con potencia lleno del Espíritu Santo, no tenía temor en denunciar el pecado por su nombre y apellido. No favorecía a nadie con su predicación al punto de confrontar con las Escrituras a los fariseos. Pero, reprendió al rey y terminó en la cárcel. Entonces allí la FÉ DE JUAN VACILÓ.  ¿Por qué un hombre lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre dudó?. Muy triste, abatido y abandonado en ese terrible lugar, esperando la muerte,  se preguntaba si JESÚS  en verdad era  el SALVADOR. De hecho, envió a dos de sus discípulos a Jesús para asegurarse de la verdad. ¿Por qué dudó Juan? ¿Por qué cayó en depresión? Obvio, era un mortal igual a nosotros.

La enseñanza espiritual de esta joya bíblica nos debe poner en alerta ya que podemos ser vulnerables, aun así, gozando buena estabilidad espiritual. Las dudas de Juan el Bautista son una advertencia para todos nosotros. Y estamos hablando de alguien que sobresalía por encima de los profetas del Antiguo Testamento. ¿Cómo les parece?.  Hasta el próximo ARTÍCULO Dios mediante.

William Amaro Gutiérrez

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