El Estado venezolano no cuenta aún con la formación suficiente para reciclar y manejar de manera correcta los desechos sólidos de la nación, esto según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por lo que ubica a Venezuela en el puesto número cuatro de los países de América Latina y el Caribe que más desechos produce, con un total de 14,88 millones de toneladas de residuos al año.
La ONG Transparencia Venezuela, en el año 2022 destacó que solo el 2% del plástico en el país es reciclado. El análisis de estos resultados es preocupante, las consecuencia que trae a las playas venezolanas y a los animales que habitan en ellas ponen en riesgo la salud de las mismas.
Joaquín Benítez Maal, quien es director del Área de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (SA – UCAB) declaró que “la elaboración y uso de plástico aumentó debido a la desaceleración de la crisis económica” además de la “inexistencia de políticas de estímulo legal y financiero a la práctica del reciclaje”.
Amenazas detectadas desde satélites
La sociedad civil se apoya con la inteligencia artificial e imágenes de satélites para identificar los vertederos de basura en Venezuela, y así, comparar las lecturas del espectro electromagnético, (luz visible, infrarrojos y rayos ultravioletas) que reflejan los desechos sólidos al espacio y recogen los satélites para precisar dónde están los parches de plásticos más prominentes.
Esta metodología arrojó como resultado que 224 ríos venezolanos aportan entre 100 y 1.383.600 kilogramos de plástico al Mar Caribe cada hora. Por otra parte, solo 11 de estos ríos están catalogados entre los 1000 afluentes que aportan el 80% del plástico a los océanos en el mundo.
¿Cómo disminuir las cifras?
En diversas regiones del país realizan jornadas mensuales para mejorar las complicaciones de contaminación que presenta Venezuela, sin embargo, no es suficiente; es necesario que, el Estado obtenga más iniciativas de reciclaje, se eduque a los más pequeños en los hogares e instituciones académicas el sentido de pertenencia con el medio ambiente, además, de crear estrategias a nivel colectivo para disminuir las cifras de acumulación de plástico y microplásticos en el país.
