Cualquier propuesta que venga de la izquierda o de cualquier factor democrático y se haga en aras de lograr un proceso de transición, en la cual la población venezolana no siga llevando la peor parte de la crisis, es loable y respetable.
Tal es el criterio que expone el politólogo y docente universitario Wilfredo Páez cuando es consultado en torno al planteamiento formulado por los presidentes de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Luiz Inacio Lula da Silva, respectivamente, en el sentido de que cuando se hagan las elecciones presidenciales en Venezuela también se lleve a efecto un plebiscito para garantizar a quienes pierdan su vida y derechos políticos, además que no sea perseguido.
Que los mencionados mandatarios, pertenecientes al Foro de Sao Paulo, propongan una salida salomónica como la planteada, es importante porque en un contexto de situación política, como la que tiene Venezuela, es satisfactoria que la haga gente que es aliada de factores que controlan el poder.
Esa propuesta busca una salida a la crisis y, por tanto, viable, detalló. En la transición chilena como en la de Sudáfrica, quienes controlaban el poder permanecieron durante un buen tiempo como elementos fundamentales en la toma de decisiones en sus respectivos países.
Quienes están al frente de la administración pública en Venezuela tienen 25 años controlando todas las instituciones, subrayó. Es difícil, por lo tanto, que haya una transición hacia la democracia si no hay un acuerdo previo para que ese proceso se produzca si no hay reglas preestablecidas entre los dos factores: el factor que está y el factor que llega.
De no haber ese acuerdo, volveremos al retroceso que se registró tanto en el 2015 y el 2017 por falta de una clase política que no se entiende y una economía que sigue en picada.
La propuesta tiene además una importancia muy grande, porque si no le busca una solución a la crisis ya, por lo menos otros siete millones de venezolanos van a irse en los próximos doce meses y una marejada de esa naturaleza ocasiona inestabilidad social y económica a los diferentes países a donde se dirijan esos migrantes, sobre todo a Colombia y Brasil, nuestros vecinos más cercanos, y al Perú.
Wilfredo Páez sostiene la opinión de que el presidencialismo sigue siendo la condición más importante que existe en Latinoamérica y, por tanto, el acuerdo previo tiene que ser con el Ejecutivo Nacional, porque los demás poderes pueden conducirse sin dificultades cuando existe una democracia surgida por la voluntad mayoritaria de la población.