Un alarmante panorama de deforestación y destrucción ambiental se vive en varios caseríos de la población de Río Claro, al sur de Barquisimeto. La tala y quema indiscriminada han arrasado con cientos de hectáreas, causando un daño incalculable a la flora, fauna y fuentes de agua de la región.
Los habitantes denuncian que esta práctica ilegal se viene desarrollando desde hace tiempo, sin que hasta ahora las autoridades hayan tomado medidas para detenerla. Sectores como Matatere, El Bombón, Las Matías, El Páramo de la Culata, El Gotero y El Palmar han sido los más afectados, con más del 80% de su territorio devastado.
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La situación ha generado gran preocupación entre los residentes, quienes temen por las graves consecuencias ambientales que esta destrucción podría acarrear. Afirman que ya se han visto afectados los afluentes de agua que alimentan a Barquisimeto y sectores aledaños, además de la irreparable pérdida de biodiversidad.
A pesar de las denuncias y de la presencia de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía de Lara (Polilara), así como del jefe civil Luis Alirio Peralta y representantes de las comunas de Río Claro, no se ha producido ningún pronunciamiento oficial al respecto.
Los habitantes hacen un llamado urgente a Imparques, al Ministerio Público y a los demás organismos del estado para que tomen cartas en el asunto y sancionen a los responsables de este ecocidio. Exigen una acción contundente para detener la destrucción ambiental y proteger las reservas naturales de la región.
