“Y su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere”. Juan2:5
Ésa, es la palabra clave, la cual muchos por ignorar verdades bíblicas no quieren entender y la VIRGEN es clara y contundente. “Y su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere”. Eso es obediencia a lo que Él enseña. ¿Entonces por qué “carrizo” el cristiano hace es lo que dicen hombres falibles, pecadores igual a todos, basados en interpretaciones individualistas, más no, en lo que la Santa Palabra expone, como lo corrobora su madre? ¡No entiendo!
Pero si fijas tus ojos en Cristo y evalúas el sacrificio que hizo por nosotros. Si graban la imagen de Jesús en esas condiciones. Su horrible sufrimiento en la oprobiosa cruz y antes, el intenso calvario mental por el cual pasó en el Getsemaní como lo expusimos en el artículo anterior. Si lo leyeron, serán impresionados en su vida espiritual y entenderán lo que él espera de nosotros: OBEDIENCIA A SU PALABRA como lo indica su propia madre. Vean, Jesús está emocionalmente abrumado. Siente una angustia aplastadora, y se lo expresa a sus amigos y a Dios el Padre. Esta es una lección importante para nosotros. Muchos cristianos sienten que la depresión y la angustia son emociones pecaminosas para el cristiano. Jesús, sin embargo lo vivido por ÉL nos muestra que los buenos cristianos le hacen frente a estos sentimientos y pueden traerlos a Dios. Lo vimos cuando estudiamos la depresión del profeta Elías. Quien solo se quejaba. Después de enfrentar y burlarse en la cara del rey y sus 450 sacerdotes que adoraban a su dios Baal. Después que Dios envía fuego del cielo para consumir totalmente su sacrificio y después de acabar con los 450 falsos sacerdotes. Apenas la reina lo amenaza de muerte y corre a esconderse en una cueva como un tonto. Pero, era una persona como cualquiera de nosotros.
SALUDOS Y BENDICIONES MIS APRECIADÍSIMAS…
Todo cristiano está en la mira del enemigo de la Salvación. Y sino sientes que la depresión y la angustia son emociones pecaminosas, entonces sientes que te estás separando de Dios y temes perderte. Por ello clamas, suplicas cada noche de rodillas, traes las promesas que Él mismo Dios te ha hecho y le gritas. ¡Yo soy tu hijo! ¡Tú tienes que ayudarme!. ¡Sácame de este hoyo porque tus enemigos se burlarán no sólo de mí y lo peor, lo harán de ti cuando me vean separado de tu GRACIA y por el suelo! Entonces le preguntas, una y otra vez… ¿Dónde quedará mi testimonio desde hace años que te he seguido? Pues dudarán de tu Palabra y se perderán ellos también. Los hijos, los nietos, las nueras, el yerno. , hermanos, sobrinos, amigos que le conocieron cuando llevaba una vida loca. ¿Eso es lo que tú quieres? Solo la esposa queda confiando en tu amor y tu poder. Entonces DIOS hace algo que tú nunca esperabas… ¡NUNCA!. Y trata de rescatarte, si tú lo permites….
Por ello hoy puedo decir, de manera particular, personal, propia, como dijo el salmista. “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos” Sal. 40:1,2. :Él lo hace… ¡CONFÍA!…¿Amén?. Hasta el próximo artículo Dios mediante.
William Amaro Gutiérrez
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