El presidente Joe Biden convocó el domingo al Grupo de las Siete democracias avanzadas para coordinar una reprimenda a Irán por su ataque aéreo sin precedentes y en gran medida infructuoso contra Israel y para evitar una escalada regional más amplia.
Estados Unidos ayudó a Israel a derribar docenas de drones y misiles disparados por Teherán en lo que fue la primera vez que Irán lanzó un ataque militar directo contra Israel. Las autoridades israelíes dijeron que el 99% de las armas entrantes fueron derribadas sin causar daños significativos.
La reunión del G7, dijo Biden, tiene como objetivo “coordinar una respuesta diplomática unida al descarado ataque de Irán”.
Biden ratifica apoyo a la defensa de Israel
“Bajo mis instrucciones, para apoyar la defensa de Israel, el ejército estadounidense trasladó aviones y destructores de defensa contra misiles balísticos a la región durante el transcurso de la semana pasada”, dijo Biden en un comunicado el sábado por la noche. «Gracias a estos despliegues y a la extraordinaria habilidad de nuestros militares, ayudamos a Israel a derribar casi todos los drones y misiles entrantes».
Biden, en una llamada con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, esa noche, instó a Israel a reclamar la victoria por su destreza defensiva, mientras el presidente pretendía disuadir al aliado más cercano de Estados Unidos en Medio Oriente de un ataque de represalia más amplio contra Irán.
«Le dije que Israel demostró una notable capacidad para defenderse y derrotar incluso ataques sin precedentes, enviando un mensaje claro a sus enemigos de que no pueden amenazar eficazmente la seguridad de Israel», dijo Biden en su declaración.
