Desde hace aproximadamente tres meses, al menos siete familias del sector Las Vegas, municipio Torres del estado Lara, se encuentran sin servicio eléctrico debido a la explosión de un transformador.
La señora María Milagros Escalona, habitante de la comunidad, relató que el pasado 4 de enero, trabajadores de Corpoelec se llevaron un transformador para su mantenimiento, pero nunca lo regresaron.
«Se llevaron el transformador y no lo devolvieron», dijo Escalona a El Impulso. «Desde entonces hemos pasado penurias para desarrollar nuestras necesidades básicas y actividades diarias».
Indicó que los residentes han acudido a la sede de Corpoelec en más de tres ocasiones para reportar la situación, sin obtener respuesta. Incluso, han realizado reportes a través de la aplicación VenApp, sin éxito.
«A solo unos metros de distancia, otras comunidades sí tienen luz», asegura Escalona. «Nos sentimos discriminados, porque a nosotros nos ignoran».
Para afrontar la falta de electricidad, sostuvo que las familias afectadas han tenido que recurrir a medidas alternativas. Compran menos alimentos perecederos, los conservan con hielo, y cargan sus teléfonos en casas de vecinos con suministro eléctrico.
«Es una situación insostenible«, afirma Escalona. «Exigimos a Corpoelec que nos restituya el servicio eléctrico de inmediato».
¿Por qué explotan los transformadores en Barquisimeto?
El Impulso conversó con el ingeniero Raúl Azparren, miembro del grupo ciudadano Activos por la Luz, quién expuso un panorama desalentador con respecto a este tema y señaló las posibles causas de esta situación que se ha incrementado en el área metropolitana de Barquisimeto.
Azparren explicó que “las sobrecargas son una de las causas más frecuente de los daños en los transformadores”, sin embargo, indicó que la falta de fusibles en los equipos, que deberían actuar como protectores ante la sobrecarga, aumenta exponencialmente el riesgo de falla.
“Sin fusibles, la temperatura interna del transformador aumenta sin control. Cuando la temperatura supera los límites tolerables, se produce un fallo que, en muchos casos, termina incendiando el equipo. Las consecuencias de la sobrecarga no se limitan al daño del transformador en sí. El calor excesivo puede levantar las tapas del equipo, derramando aceite caliente que representa un peligro para las personas y las estructuras aledañas”, refirió.
