No pretendo ser un doctor historiador, pero, los hechos registrados en los anales de la historia demuestran que entre Venezuela y los Estados Unidos de Norteamérica, desde siempre han existido invulnerables lazos de hermandad.
Respetadas opiniones han pregonado lo contrario y han calificado a los Estados Unidos como un imperio que ha querido adueñarse del mundo, cuando, en mi forma de analizar los hechos, ya ha tenido al mundo en su poder al ganar dos Guerras Mundiales, y en lugar de adueñarse de los territorios donde ha dejado la sangre y los cuerpos de sus jóvenes soldados, amantes de la libertad, han contribuido de manera determinante para la recuperación de continentes enteros, como lo logró con el denominado “Plan Marshall”.
En virtud de este plan, Estados Unidos dio asistencia técnica y administrativa a los países europeos, así como 13.000 millones de dólares para reactivar sus economías, a sabiendas de que serían sus competidores económicos, lo mismo hizo al finalizar la Guerra con Japón, país que hoy día, es uno de los países más poderosos en materia económica.
Muy pocos venezolanos saben que los Estados Unidos de América, es el único país del mundo que nos ha donado una ciudad completa: Calles, avenidas, colegios, parques, centros comerciales y de salud, alumbrado, asfaltado, viviendas, etc. Esa ciudad se llama…
“Ciudad Alianza”
Se creó con el programa “Alianza para el Progreso” para transformar la rural Guacara en la segunda ciudad industrial de Carabobo.
Tampoco podemos olvidar la inmensa ayuda desechada que ofreció los Estados Unidos, cuando el deslave de Vargas, en 1999.
El 25 de mayo de 1825 el Libertador Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, recibió varios presentes de parte de la familia de George Washington…
“Uno de ellos consistía en un medallón con el retrato del héroe de Mount Vernon”.
En la carta enviada al Libertador por George Washington Parke, hijastro del prócer de la independencia de los Estados Unidos de América, escribió:
“Aceptad Libertador, Simón Bolívar, estas ofrendas, tributadas a vuestras virtudes y a los ilustres servicios que habéis hecho a vuestro país, y a la causa del género humano. Que ellas se conserven en los archivos de la libertad de América del Sur… Os saludan como a Bolívar Libertador, el Washington del sur”.
El intermediario entre la familia de Washington y el Libertador Simón Bolívar. fue el mismísimo general Lafayette, el cual frecuentemente intercambiaba correspondencias con el Libertador.
Al recibir los presentes Bolívar respondió:
“No hay palabras con que explicar todo el valor que tiene en mi corazón este presente y sus consideraciones tan gloriosas para mí. La familia Washington me honra más allá de mis esperanzas aun las más imaginarias, porque Washington presentado por Lafayette es la corona de todas las recompensas humanas. Él fue el noble protector de las reformas sociales y voz el héroe ciudadano, el atleta de la libertad que, con una mano, sirvió a la América, y con la otra al antiguo continente. ¡Ah, qué mortal sería digno de los honores que se dignan colmarme vos y Mount Vernon! Mi confusión es igual a la inmensidad del reconocimiento que os ofrezco junto con el respeto y la veneración que todo hombre debe al Néstor de la libertad”.
Desde ese momento “El Libertador” usó el medallón de “George Washington” en su pecho, luciéndose en sus trajes de gala. En las imágenes tomadas al Libertador se resalta el medallón recibido como un tributo de amor a la libertad, el mismo que debe encontrarse en las bóvedas del Banco central de Venezuela, como patrimonio indestructible de la Patria grande.
Tampoco podemos olvidar que el Libertador del mundo, el generalísimo Francisco de Miranda luchó al lado de George Washington, por la libertad de los Estados Unidos de América.
Maximiliano Pérez Apostol