#OPINIÓN La copa (Parte I) #9Abr

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…»Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como tú» (Mat. 26: 39)

Todavía respirando lo que llaman “Semana Santa” es menester seguir con el tema de la depresión. Y es que nuestro Señor Jesucristo también fue víctima de ello. ¿Qué?. “¿Tu estás loco? pudiera decirme cualquiera. Cualquiera que lleve su cristianismo en base a la herencia que le dejaron sus abuelos y sus padres. O que lo lleve según la tradición de su religión. Pero la verdad verdadera está en las Sagradas Escrituras. Si leyeron con atención y buena voluntad el artículo anterior, pudieron notar como fue la tortura al cual fue sometido nuestro Señor. Y ello, como única manera de ser perdonados nuestros pecados y optar si lo queremos, por la Vida Eterna. Si “amamos su 2da venida”, si disponemos nuestro corazón y nuestra conciencia para que ÉL haga una obra de conversión en nuestras vidas.

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Les comento, la tortura física que sufrió nuestro Señor, quizás no se compara a la tortura mental que previamente en el Getsemaní sufrió. Si Uds. revisan la Santa Palabra dice… “Se llevó a Pedro y a los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y comenzó a afligirse y angustiarse. Les dijo: “Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo”. Mateo 26:37-38. Y el cenit de su angustia, se presenta cuando dice… «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como tú»(Mat. 26: 39). Y esta escena se repitió tres veces. Por cuanto los pecados de la humanidad pesaban sobre Él.

“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” Luc. 22:44. “Allí fue donde le rodeó el horror de densas tinieblas. Pesaban sobre él los pecados del mundo. Sufría en lugar del hombre, como transgresor de la ley de su Padre. Allí se produjo la escena de la tentación. … En su angustia mental cayó postrado sobre las frías piedras… Había desviado la copa de sufrimiento de los labios del hombre culpable y se proponía beberla él mismo, para dar al hombre en cambio la copa de la bendición. La ira que habría recaído sobre el hombre recayó en ese momento sobre Cristo. Allí fue donde la copa misteriosa tembló en su mano”. LIBRO LA MARAVILLOSA GRACIA. Helen White

La pregunta ahora es ¿por qué si es Dios mismo se va a sentir así? . ¿Por qué va a caer en un ESTADO DEPRESIVO? La respuesta es más simple ahora. Por cuanto SENCILLAMENTE era absolutamente hombre como cualquiera de nosotros pero a la vez era DIVINO. Era Dios mismo pero humanado. Era la única manera de salvarnos del pecado y optar por la Vida Eterna. No podía ser de otra manera. Ni el ángel más encumbrado del cielo, ni siquiera María, su madre, que él mismo escogió para que le llevara en su vientre con la obra del ESPÍRITU SANTO podía ni puede asumir esa condición de co-redentor como muchos afirman que es. Por cuanto por ninguna parte de las SAGRADAS ESCRITURAS lo dice.

Pero sí se registra un texto muy interesante donde la virgen María interviene. Cuando se acaba el vino (era jugo de la vid) no fermentado por cuanto DIOS no iba a presentar un vino para que se emborracharan. ¡Por favor! Dice el texto inspirado… “Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. … Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. … Y su madre dijo a los que servían: «Haced todo lo que os dijere”. Juan 2:1-5. OBEDIENCIA. Esa es la palabra clave.

SEGUIREMOS sobre el tema. ¡Hasta el próximo artículo Dios mediante.

William Amaro Gutiérrez
[email protected]

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