A la memoria de Hugo F. Victoria C. (QEPD)
A un año de su partida…
No me lleves al cementerio cuando muera, lleva mis cenizas al río, súbete al puente y lánzalas para que por siempre retocen en el seno de aquel cauce tan querido, llévame allá donde en mis años de juventud más de un pájaro me saludó cantando y más de un anzuelo se enredó en los troncos y piedras de aquel río.
No me lleves al cementerio cuando muera, llévame a mi río, lanza mis cenizas al viento y con ellas arroja semillas para que se arraiguen en las piedras, en la arena y en las escalinatas de las raíces vivas, lánzalas por aquellos rincones de armonía donde se quedaron mis guaduales bañando en el río sus larguísimas melenas.
No me lleves al cementerio cuando muera, llévame a mi río, allí donde desaparecerán de mis ojos las ojeras, déjame dormir en aquel lecho de armonía donde cada pez me contará las hazañas de su vida errante, pásame por Cartago y por mi vieja casa donde tal vez como en la orilla de mi río quedó anclada alguna de mis huellas.
No me lleves al cementerio cuando muera, llévame a mi Valle del Cauca, allá donde dejé mis amores y en el umbral del bosque engarzados mis recuerdos llenos de musgo y de silencio, llévame allá donde aprendí a sentir la frescura del viento y a extasiarme en la espléndida lámpara de los ocasos rojos.
Y si un día cariño vienes por Colombia o vienes tú hijo mío a visitarme, busquen mis recuerdos en el justo momento en el que el sol expanda sobre mi río sus nítidos colores, allí estaré esperándolos para que desgranen todo lo que nunca pudieron decirme en vida ni pude yo decirles…
Adiós y muchas gracias por el cariño.
Amanda
Las ausencias
Papá: Las ausencias revelan velados pesares de un tiempo que ya no será más, una llamada en silencio eterno y un tiempo sombrío para un triste final.
Te fuiste entre suspiros y añoranzas, oprobioso entre tus premuras y soledades, dejando a tu paso vacío, culpa y alivio clemente, por no verte sufrir. Hoy recuerdo tu partida con una oración en gratitud por lo que tu esencia de hombre recto y honesto nos dejaste, “arrieros somos y en un camino andamos mi viejo”
Vuela alto, tan alto que todos tus pesares se queden hundidos en el olvido y, en algún punto de tu vuelo, quizás me una a tu jornada entre nubes, riéndonos juntos, de esa caprichosa vida que una vez juntó dos amigos para conocerse como padre e hijo.
David E. Victoria
A un año de tu partida
Papá: Se arremolinan los recuerdos, luces vagas contemplan el vacío de mi mente y solo te imagino navegando en un mar de espejo lento, cauto, y a lo lejos el horizonte que se reserva aquella belleza que embelesó tus pupilas y te hizo levitar…
Toda esa grandeza es lo que soñaste y toda te ha sido concedida, miras tu reflejo en el agua cual asustado navegante y ves un festival de colores, porque ya no hace falta pedir permiso para llorar, amar o soñar, porque ahora eres libre para obrar de acuerdo a tus deseos papá, nada te lo impide, solo no olvides ser el guardián de nuestros frágiles anhelos y déjate llevar… Te quiero papá.
Tu hija Ivette C. Victoria N.
Te recordaremos siempre, los que estuvimos a tu lado y te acompañamos hasta el final: Hugo, Mauricio, Ivette, David, mamá, familia, vecinos y amigos.
Descansa en paz.