El piloto venezolano Howard Birkbeck, residente en Taiwán, vivió en carne propia el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió la isla este miércoles, dejando un saldo de al menos 700 heridos y 7 fallecidos, según el ultimo reporte oficial.
Birkbeck se encontraba preparándose para un vuelo cuando el sismo, el más fuerte en Taiwán desde 1999, azotó la región. «Duró unos 40 segundos, con un pico de al menos 20 segundos», relata, describiendo la experiencia como similar a cuando se va en un bus y se cae en muchos baches, expresó para el circuito Unión Radio en entrevista con la periodista Shirley Varnagy.
Lo que más le impactó fue la calma de la población: «Nadie grita, nadie corre, porque la gente está preparada», asegura. Esta actitud, producto de la constante educación y preparación en materia de prevención de desastres, es un factor que, según Birkbeck, ha contribuido a minimizar el número de víctimas.
Preparación ante sismo en Taiwán
«Meses atrás se realizó un simulacro por el Día Nacional de la Prevención del Desastre», recuerda, un evento que conmemora el terremoto de 1999 que dejó más de 2.000 muertos.
Las labores de rescate se concentran en el este de la isla, donde se ubicó el epicentro del sismo. Birkbeck destaca la importancia de la preparación, no solo en el ámbito del entrenamiento, sino también en la construcción de infraestructuras antisísmicas, como factor clave para evitar una mayor tragedia.
«La gente está tranquila, colaborando y ayudando», concluye el piloto venezolano, un ejemplo de la resiliencia y el espíritu de comunidad que caracteriza al pueblo taiwanés en momentos difíciles.
Sismo deja daños en Taipéi y Hualien
En la capital, Taipéi, se cayeron baldosas de edificios antiguos y las escuelas evacuaron a sus alumnos. Un edificio de cinco pisos en el condado Hualien, cerca del epicentro, quedó inclinado en un ángulo de 45 grados.
Tres senderistas fallecieron durante un deslave en el Parque Nacional Koroko y un conductor de camioneta murió en la misma zona tras ser golpeado por rocas. Las autoridades aún no han podido contactar a 50 personas que viajaban en minibuses cuando el sismo cortó las comunicaciones.