Un año más, el grupo artístico-religioso Bastones de Gratitud llenó de colorido el regreso de la Divina Pastora a su Santuario en Santa Rosa. Desde hace 10 años, esta iniciativa teje un homenaje único a la Virgen, donde cada bastón representa la acción de gracias por las bendiciones recibidas.
Devoción y agradecimiento
Más que un simple adorno, los bastones son una expresión de profunda devoción mariana. Cada uno está cuidadosamente elaborado por los propios feligreses, quienes incluyen símbolos y elementos significativos que representan sus peticiones, agradecimientos y anhelos.
10 años de historia
En el año 2014, nació la idea de agradecer a la Divina Pastora de una forma especial, no con las manos vacías, sino con un símbolo de fe y agradecimiento: el bastón. Desde entonces, el grupo Bastones de Gratitud ha crecido año tras año, contagiando a miles de feligreses con su mensaje de esperanza y alegría.
Semillero de fe
Este año, el Colegio Independencia se ha unido al programa Bastones de Gratitud, con el objetivo de inculcar en los niños y jóvenes valores como la gratitud, la fe y la creatividad. Los estudiantes de cuarto a noveno grado participaron en la elaboración de los bastones, aprendiendo sobre la historia de esta iniciativa y su significado.
Isabel Delgado, directora del Taller de Apreciación Artística y promotora del programa, explica: «Queríamos llegar con un símbolo lleno de colores y alegría, pero agregándole lo más importante: la gratitud que sentimos por ella. La idea es que los niños y sus padres conozcan esta historia y que aprendan a agradecer por todo lo que tienen, especialmente por la vida, la amistad y el amor.»
Más que una tradición
Los Bastones de Gratitud son un símbolo de esperanza, unión y fe que se renueva cada año en el regreso de la Divina Pastora a su Santuario.