En el panorama político estadounidense, el senador Marco Rubio emerge como un fuerte contendiente en la lista de posibles vicepresidentes para la campaña de Donald Trump en 2024. Fuentes cercanas al proceso revelan que Rubio, junto con otros destacados republicanos, está siendo considerado por el expresidente, quien busca un compañero de fórmula que fortalezca su posible regreso a la Casa Blanca, según publicó NBC News.
La competencia es amplia y diversa, con figuras como la congresista Elise Stefanik de Nueva York, el exneurocirujano Ben Carson y el senador Tim Scott de Carolina del Sur, todos en la baraja de aspirantes. Sin embargo, la atención se centra en Rubio, quien a sus 52 años, refleja las prioridades de Trump y podría aportar una dinámica interesante a la campaña.
Con una imagen joven y carismática, Rubio supera en experiencia federal a la actual vicepresidenta Kamala Harris. Su ascendencia cubana y su conexión con la comunidad latina podrían ser claves en la estrategia de Trump para captar el voto hispano, lo que haría de Rubio el primer candidato de origen no caucásico en una fórmula presidencial republicana.
A pesar de la clara inclinación de Trump hacia Rubio, existen complicaciones constitucionales, ya que ambos son residentes de Florida. La Constitución de EE.UU. establece que los electores no pueden votar por un presidente y un vicepresidente del mismo estado. No obstante, precedentes como el cambio de residencia de Dick Cheney en 2000 sugieren que hay maneras de sortear este obstáculo.
Rubio ha expresado cautela sobre la posibilidad de acompañar a Trump, citando la Constitución como barrera, pero sin cerrar la puerta a la vicepresidencia. La situación plantea un escenario intrigante para los observadores políticos y para un partido republicano en busca de consolidar su ticket para las próximas elecciones presidenciales.