Es perfectamente razonable y justo que la oposición defienda su derecho a estar representada en la elección presidencial por su candidata elegida en primarias, aseguró este martes 19 de marzo, el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, a través de su cuenta oficial en la red social X.
Admite asimismo, que las acciones oficiales para evitar su participación, con excusas legales injustas, sólo complican aún más el ambiente político y nos muestra de nuevo la necesidad de reconstruir el sistema institucional venezolano.
“Pero la respuesta a esta estrategia no competitiva, no puede ser llevar al país a abandonar la participación electoral (incluso controlada), ni a reeditar las amenazas y ofertas imcumplibles (que luego solo generan frustración, decepción y desprecio por el oferente) ni a volver a pedir la re imposición de sanciones y aislamiento, que demostraron hasta el cansancio no funcionar y amplificar el problema de la gente y del país”, explica el especialista.
Asegura que el gobierno intentará repetir el pasado, pero si la oposición responde repitiendo también su estrategia anterior, va directo a un escupitajo para arriba, que la afectará políticamente mil veces más a ella, a la gente y al país que al gobierno.
Señala que el rol de los políticos (y de todo el país que quiere cambio) debe ser preservar la elección, participar en ella, unificarse alrededor de un candidato que pueda correr (sea o no sea su favorito) e impedir que la estrategia de fractura y abstención vuelva a funcionarle a su adversario.
“Y por supuesto que es vital que no se deje llevar otra vez al auto flagelo inútil de las sanciones como respuesta a la incapacidad política de resolver el problema real”, es lo que recomienda.
Recuerda que este país no es el del 2019. Proponer gobiernos interinos (eunucos), pedir sanciones petroleras que paralizan aún más el país, alabar restricciones financieras que impiden reconstruir infraestructura para la gente y congelar recursos que bloquean soluciones a problemas sociales fundamentales, sería un desastre político para quien lo haga y está claro que el país mayoritario, de todos los signos, se los va a cobrar muy caro.
Estima que la lucha opositora tiene que ser por el cambio…no por el suicidio que significa la abstención, la fractura y las historias fabuladas de soluciones inmediatas y “mágicas” bajadas del cielo y sin negociación previa y posterior con todas las partes involucradas. Sin eso no habrá nada…nos guste o no, advierte Luis Vicente León.