Con sus propios esfuerzos y donaciones privadas, los habitantes de Bobare, capital de la parroquia Águedo Felipe Alvarado, municipio Iribarren, estado Lara, solventan los problemas de su comunidad.
Es el caso de Efigenio Sánchez, sexagenario nacido y radicado en la parroquia que comprende 94 caseríos, quien desde hace más de un año y en compañia de un grupo de lugareños, se dedican a limpiar las instalaciones del cementerio de Bobare, «porque la maleza se estaba tragando las tumbas de los difuntos», comenta.
Esta tarea voluntaria por la que no perciben ningún pago, le ha valido a Sánchez persecución y amenazas de cárcel, de parte de funcionarios de la municipalidad, por el supuesto delito de ultraje de sepulturas, de acuerdo a su testimonio. «Que me lleven preso, pero que no me amenacen», apuntó.
Resaltó que desde 1998 un numeroso grupo de coterráneos conformaron la Asociación de Voluntarios al Rescate de Bobare (Asovorebo), pero que ahora quedan apenas unas siete personas empeñadas en hacer de la población un lugar más bonito.
Tapando baches
Otro ciudadano, Jorge Sánchez, es un joven que desde diciembre del 2023, decidió, de manera personal, cubrir los huecos que hay en la vía Lara-Falcón, con cemento que le donan los comerciantes de la zona, conductores y particulares.
Su oficio es de obrero de la construcción, pero los fines de semana se va con su grupo familiar y otros voluntarios que lo ayudan a batir la mezcla de cemento para cubrir los baches de la carretera.
Sánchez tampoco percibe dinero por ese trabajo. «Con las colaboraciones que me dan compro cemento y ya he cubierto al menos tres kilómetros de la vía», dice este padre de familia que vive solo con sus dos niños y disfruta con lo que hace para el beneficio de su comunidad.
