El zorro de mármol, también conocido como zorro ártico o zorro platino, es una criatura enigmática que cautiva por su pelaje único.
Su color blanco con vetas grisáceas y negras le permite camuflarse perfectamente en la tundra ártica, brindándole protección contra los depredadores y ayudándolo a acechar a sus presas.
Este pelaje también lo convierte en un animal altamente adaptable. En verano, muda su pelaje blanco por uno grisáceo más ligero, ideal para las temperaturas más cálidas. Esto le permite mantener la temperatura corporal adecuada y sobrevivir en las condiciones extremas del Ártico.
El zorro de mármol es un cazador nato. Sus sentidos agudos, su sigilo y su velocidad lo convierten en un depredador formidable. Se alimenta principalmente de pequeños roedores, pero también puede cazar aves, peces y carroña.
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Los zorros de mármol son animales solitarios, excepto durante la temporada de apareamiento. Defienden ferozmente su territorio, utilizando marcas de olor y vocalizaciones para advertir a otros zorros que se alejen.
Suelen vivir en madrigueras excavadas en la tierra o en la nieve, donde se refugian del frío y del viento.
En China, es un símbolo de buena suerte y longevidad; En Japón, es un símbolo de fertilidad y abundancia; En la cultura inuit, (pueblos que habitan en las regiones árticas de América del Norte) el zorro de mármol es un símbolo de astucia y sabiduría. Se le conoce como «el que engaña al cazador» y se cree que tiene poderes mágicos.
