El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció este martes que las elecciones presidenciales se celebrarán el 28 de julio, tal como, según expertos, lo sugería el Acuerdo de Barbados, donde la fecha no ha sorprendido a los analistas, quienes señalan que el objetivo del gobierno de Maduro es dividir a la oposición y desmotivar el voto.
Luis Vicente León, economista y presidente de Datanálisis, aseguró que la única sorpresa es la fecha en sí, pero no el hecho de que el gobierno haya seguido los lineamientos del acuerdo. «El gobierno necesita dividir y provocar abstención en el evento electoral, porque tiene problemas de soporte electoral si se enfrenta a un solo candidato unificado que motive el voto», sentenció León.
El experto señaló que la fecha de inscripción de candidatos, fijada para el 25 de marzo, no se habría modificado aunque la elección fuese en agosto o septiembre, destacando que «un candidato único que representa a la oposición es un peligro importantísimo para el gobierno de Maduro».
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Ante este riesgo, León pronosticó que el gobierno «hará lo que sea para tratar de preservar el poder». La única ruta para la oposición, según el analista, es «provocar el voto y hacer entender a la gente que no hay absolutamente ninguna condición electoral, regla o institución más importante que votar masivamente».
Para finalizar destacó que la cara del candidato no es lo relevante, aunque actualmente el venezolano se decante más por María Corina Machado. «No se trata de una persona, sino de un deseo de cambio», concluyó.