El deceso de por lo menos 16 mineros, tras el colapso el pasado 20 de febrero, de la mina Bulla Loca, ubicada en el Alto Paragua, municipio Angostura del estado Bolívar, lamentó este martes la legítima Asamblea Nacional.
El diputado indígena Romel Guzamana, solicitó un punto de información para exponer el suceso ocurrido en la mencionada mina, refutando las cifras oficiales ofrecidas por voceros del régimen que ubican en 16 los muertos e igual número de heridos por el socavamiento del terreno.
Según Guzamana, esta mina es controlada por alias “El ciego”, un pran que, presuntamente, opera al sur de Venezuela con el aval de algunos militares de las Fuerzas Armadas Nacionales. En dicho filón, agregó, trabajan más de 50.000 personas al año, lo cual está generando no solamente la contaminación de ríos y la destrucción del ambiente, sino también promoviendo el saqueo del oro.
De acuerdo con versiones ofrecidas al parlamentario, cerca de mil personas trabajaban en la mina el día del deslave. “Y entre 50 y 100 personas resultaron sepultadas. Los habitantes de la zona aseguran que la cifra de muertos supera los 16 que indica el régimen”, pues, al parecer, aún hay muchos desaparecidos.
Tras solidarizarse con las familias de las víctimas, el diputado Guzamana advirtió del incremento de la minería ilegal, la cual se ha convertido en una fuente de empleo importante para un porcentaje elevado de desempleados proveniente de todo el país.
“Bulla Loca tiene más de cuatro meses operativa. Muchos venezolanos se han desplazado hacia las zonas del Arco Minero para buscar el sustento”.
Para cerrar, agregó que en la cifra oficial no están incluidos 13 indígenas que quedaron tapiados. “El régimen sigue actuando de manera oculta. Por razones familiares, exigimos que entreguen a los familiares los cuerpos de los fallecidos y que no zanjen el problema alegando que se trataba de indocumentados que tuvieron que ser enterrados en fosas comunes por falta de identificación”, aseguró.