El Tribunal Electoral de Panamá informó la noche de lunes que inhabilitó al exmandatario Ricardo Martinelli como candidato presidencial para las elecciones del 5 de mayo debido a la condena de prisión de más de 10 años que se le impuso el año pasado por blanqueo de capitales.
El magistrado presidente de la máxima autoridad electoral, Alfredo Juncá, anunció ante la prensa que la decisión se tomó luego de que fueron notificados en la jornada de la condena impuesta el 17 de julio al expresidente por la compra irregular de una editora de periódicos en 2010.
El Tribunal había mencionado antes que la Carta Fundamental prohíbe que una persona condenada a cinco años o más de prisión sea elegida presidente o vicepresidente de la República. La condena a Martinelli fue de 128 meses de prisión — 10 años y ocho meses —, y además se le impuso una multa de 19,2 millones de dólares.
Martinelli, un magnate de los supermercados, de 71 años, que gobernó entre 2009 y 2014 y lideró la ejecución de grandes obras de infraestructura como la primera línea del Metro de la capital, queda así fuera de las elecciones. El exmandatario se refugió el 7 de febrero en la embajada de Nicaragua, cuyo gobierno le concedió asilo, aunque se le negó el salvoconducto panameño para poder marcharse al país centroamericano. Enfrenta una orden de detención preventiva.
El compañero de fórmula de Martinelli, el excanciller José Raúl Mulino, fue autorizado por el Tribunal Electoral para continuar en lugar del exgobernante como el candidato presidencial de los partidos Realizando Metas y Alianza. Martinelli también fue inhabilitado para postularse a un escaño legislativo.
El Tribunal también ordenó la remoción y la prohibición de toda propaganda electoral en la que aparezca Martinelli como candidato a la presidencia o al parlamento.
Martinelli ha argumentado que el caso por el cual fue condenado obedece supuestamente a una persecución política en su contra por parte de los últimos dos gobiernos, y que buscó refugió en la embajada nicaragüense porque temía por su vida. Algunos sondeos lo daban como favorito.
“Aquí no hay un estado de derecho”, escribió el lunes en su cuenta en X, antes Twitter, desde la sede diplomática. “Por eso este país es y seguirá siendo pobre. ¿Quién quiere invertir donde no se respeta la ley?”.