A la naturaleza de la lírica…
“Los poemas deben escribirse rara vez y de mala gana, bajo penas intolerables y sólo con la esperanza de que los buenos espíritus, no los malos, nos elijan como instrumento”.
Czeslaw Milosz.
“Los grandes hombres, sin salvedad alguna, tiene siempre la facultad de retirarse dentro de ellos mismos”.
Charles De Gaulle.
- A las pasiones…
Dormido despertar.
(25 octubre, 2017).
Despiertas sobre mi sueño.
No me cabe una coma en el pecho.
Has robado todo este mundo mío.
Lo entrego sin pensar y pensándote.
Me inclino…
Y en el abismo leo mi nombre.
Salto al fondo.
y me estrello en ti…
Con un morir sagrado.
y mágico…
Estoy muriendo y despierto…
Da igual.
Tú eres un todo.
y toda mi nada…
Mi noche y mi luz.
Un brillo descalzo.
Mil besos de sombra.
La carne en dos vientres.
Voces de ambas memorias.
Despierto muriendo.
En un siempre, jamás…
Pasatiempo
(22/4/2017).
Durará asaltado tu recuerdo.
Con la pequeñez de una hora.
Con mis sesenta minutos, tuyos.
Con todos tus segundos, míos.
Y raptado el planeta tiempo.
En las orillas de un instante.
En el latido del segundero.
2
Por ese horario sin todavía.
Marchados los momentos…
Y todos los pasajes en punto.
Parado, presente y futuro.
Estaré a la hora acostumbrada.
Y a las del nunca jamás…
A-HORA
(18/04/2017).
Sueño contigo…
A toda hora.
A la hora de tu ida.
A la hora de la espera.
A la hora insomne.
A la hora de ausencia.
A la hora de tu hora.
A la hora que sonrío.
A la hora que olvido.
A la hora sin minutos.
A las horas de todos.
A la hora en que te amé.
A la hora que tú ya no.
A la hora sin vida, que es el fin de la nuestra…
- A la Diversidad Biológica (o Biodiversidad)…
Dedicado al Día Internacional de la Diversidad Biológica…
“Soy un animal que ruge como una fiera,
vuela sin ser pájaro, y persiste sin despertar”.
Marcantonio.
Memoria de Animal.
(22-5-2015).
Animal desde hace una manada de años.
Carga épocas sintiéndose feroz.
Un depredador surcando pertenencias.
Viajando en un cosmos recóndito.
Recorre la ruta por dominios lastimados.
Ha sentido la malicia del espacio manoseado, del agua pervertida y el aire obsceno.
Casi ha dejado de jadear, y la lengua punza.
Los miembros trajinan donde consigan ir.
Sigue la ruta excluida y de noche dormita sin fantasear pues un animal no divaga, habita.
Amanece el resplandor luciendo desde el cielo.
Lo reconoce, pero no sabe qué es o de donde proviene.
No se inquieta.
Acopia su calentura en el pelaje,
buscando con terquedad la gota fresca.
Su insolencia, su caldo pacificando la sed.
A lo lejos el rocío cruza valle y piedras tiradas, ruinas despachadas.
Es de poderío y apetitos, de arrojo y hálito, de voluntad y destierro.
Nada vibra, a no ser su apetito.
Enérgico por la sangre.
El músculo es la mina de base, o la usurpa o sucumbe a su abismo.
No tiene otra estirpe.
Solo noche y día como padrones de crianza.
Si desaparece es por las partículas del abandono.
Abajo aparece el tizne de la comarca de bípedos.
No servirá la tregua si le saben. Hay que reservarse.
El hambre y el hombre inquietan.
El hollín de antros destila los sustentos.
Está al tanto de sus demencias.
Él apenas es uno, y a la vez ninguno que importe… …
…esa bestia moribunda en un planeta llamado hombre.
Pd: todas las letras pertenecen al autor…
Marcantonio Faillace Carreño