Iris Apfel, experta textil, diseñadora de interiores y celebridad de la moda conocida por su estilo excéntrico, falleció a los 102 años de edad.
Su deceso fue confirmado por su agente comercial, Lori Sale, que dijo que Apfel era “extraordinaria”. No se informó de la causa de la muerte, que también fue reportada por su cuenta verificada de Instagram @iris.apfel en horas de la noche del viernes, que un día antes había celebrado, que el 29 de febrero, era su 102 cumpleaños y medio.
Nacida el 29 de agosto de 1921, Apfel era famosa por sus atuendos irreverentes y llamativos que mezclaban alta costura y bisutería de gran tamaño. Un atuendo clásico de Apfel, por ejemplo, combinaba una boa de plumas con gruesos adornos, brazaletes y una chaqueta decorada con abalorios nativos americanos.
Con sus grandes gafas redondas de montura negra, su labial rojo brillante y su pelo corto y blanco, destacaba en todos los desfiles de moda a los que asistía. Su estilo fue objeto de exposiciones en museos y de un documental, “Iris”, dirigido por Albert Maysles.
“No soy guapa y nunca lo seré, pero no importa”, dijo una vez. “Tengo algo mucho mejor. Tengo estilo”. Apfel disfrutó de fama tardía en las redes sociales, acumulando casi 3 millones de seguidores en Instagram, donde su perfil declara: “Más es más y menos es aburrido”. En TikTok, sumó 215.000 seguidores mientras hablaba de moda y estilo y promocionaba colaboraciones recientes.
“Tener estilo y estar a la moda son dos cosas completamente distintas”, dijo en un video de TikTok. “Se puede comprar fácilmente para estar a la moda. El estilo creo que está en tu ADN. Implica originalidad y valentía”.
Nunca se retiró. En declaraciones a “Today” afirmó: “Creo que retirarse a cualquier edad es un destino peor que la muerte. Que llegue un número no significa que tengas que parar”.
“Trabajar a su lado fue el honor de mi vida. Echaré de menos sus llamadas diarias, que siempre recibía con la consabida pregunta: ‘¿Qué tienes para mí hoy?’”, dijo Sale en un comunicado. “Es la prueba de su insaciable deseo de trabajar. Era una visionaria en todos los sentidos de la palabra. Veía el mundo a través de una lente única, adornada con unas gafas gigantes y distintivas que se posaban sobre su nariz”.
Apfel era experta en tejidos y telas antiguas. Ella y su marido Carl eran propietarios de una empresa textil, Old World Weavers, y se especializaron en trabajos de restauración, llegando a hacer proyectos en la Casa Blanca con seis presidentes distintos. Entre los clientes famosos de Apfel figuraban Estee Lauder y Greta Garbo.