Conocido por su pelaje marrón oscuro, sus aletas palmeadas y su imponente presencia en las costas del Pacífico oriental. Este León Marino es un mamífero pinnípedo de la familia Otariidae que habita desde las Islas Aleutianas en Alaska hasta las Islas Revillagigedo en México.
Son animales robustos y aerodinámicos, con un cuerpo fusiforme (forma alargada, elipsoide) que les permite nadar con gran agilidad. Son conocidos por su naturaleza gregaria, formando grandes colonias en las costas rocosas e islas.
La piel de los leones marinos es gruesa y cubierta de pelo, lo que les proporciona protección contra el frío del océano. Sus aletas delanteras son fuertes y adaptadas para moverse eficientemente en tierra.
Los machos establecen jerarquías dominantes durante la temporada de apareamiento, que se extiende de mayo a julio. Las hembras dan a luz a una sola cría después de un período de gestación de 11 meses. Las crías son destetadas alrededor de los 10 meses de edad, pero pueden permanecer con sus madres hasta por dos años.
Sus impresionantes habilidades de natación y agilidad les permiten sumergirse en busca de presas, a menudo buceando a profundidades considerables. Su aguda visión y vibrisas sensibles (bigotes), son herramientas esenciales en la caza submarina.
Su imagen forma parte de varias creencias y simbolismos: En la mitología Chumash, el león marino era un dios creador que transformó la tierra y el mar.
Algunas tribus nativas americanas lo consideraban un símbolo de poder y fuerza. En el cristianismo, algunos los asocian con el diablo debido a su apariencia y comportamiento. En el budismo, se le ve como un símbolo de la transformación y el renacimiento.