La Cancillería de Ecuador pidió a la embajada de México autorización para que ingresen policías a esa misión para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, requerido por la justicia por presunta malversación de fondos públicos.
En su cuenta de X, antes Twitter, la Cancillería confirmó el viernes que se “ha solicitado a la Embajada de México el consentimiento para que las fuerzas del orden puedan dar cumplimiento a la disposición de la Corte Nacional de Justicia”, que dispuso la captura del exfuncionario. No dio más detalles.
The Associated Press intentó conseguir comentarios de la embajada pero no obtuvo respuesta.
En diciembre Glas ingresó a la embajada de México y luego pidió asilo a fin de evadir la acción de la justicia que lo acusa de desviar fondos destinados a la reconstrucción de dos provincias afectadas por un potente terremoto en 2016 cuando lideraba un comité que administraba millonarios recursos.
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Las autoridades ecuatorianas advirtieron que en caso de que Glas reciba asilo negarán el salvoconducto necesario para que salga de esa embajada y pueda viajar a México, lo que implica que podría seguir en el interior de esa misión por tiempo indefinido.
El ex vicepresidente anteriormente ha sido procesado por casos de cohecho, peculado y asociación ilícita, y hace unos meses también fue acusado de acoso sexual por una asistente que trabajó con él por años, acusación que él ha negado.
Glas, vicepresidente entre 2013 y 2017, estuvo en prisión durante cinco años hasta noviembre de 2022 cumpliendo condena por algunos de los más sonados casos de corrupción ocurridos durante el gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017), entre ellos por recibir millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de la concesión de grandes contratos con el Estado.
En una polémica decisión un juez le restituyó los derechos políticos a Glas, quien salió de la cárcel con libertad provisional a fines de 2022.
Algunos ministros y otros altos funcionarios del gobierno de Correa se encuentran en México hace años para evadir la acción de la justicia ecuatoriana.
En otro caso similar la exministra de ese gobierno, María de los Ángeles Duarte, estuvo en la embajada de Argentina en Quito desde agosto de 2020 hasta marzo de 2023, cuando huyó de esa misión evadiendo los controles del gobierno ecuatoriano. Estaba acusada recibir millones de dólares de contratistas del Estado en su calidad de ministra de Vivienda, Obras Públicas y Transporte.