El futbolista brasileño Dani Alves fue declarado culpable en horas de la noche de miércoles, por agredir sexualmente a una mujer en una discoteca en Barcelona, siendo sentenciado a cuatro años y seis meses de cárcel.
Un panel de tres jueces de la Audiencia Provincial de Barcelona, España condenó al exdefensa del Barça y de la selección de Brasil por un incidente ocurrido el 31 de diciembre de 2022.
Además, Alves deberá pagar una indemnización de 150.000 euros (162.000 dólares) a la víctima y no podrá acercarse al domicilio o al lugar de trabajo de la mujer, ni ponerse en contacto con ella por ningún medio, durante nueve años.
Alves fue citado por el tribunal para escuchar el veredicto y la condena. Su abogada, Inés Guardiola, dijo que recurrirán el fallo.
La víctima contó que Alves la violó en el baño de una exclusiva discoteca de Barcelona en la madrugada del 31 de diciembre de 2022. El tribunal consideró probado que la mujer no había consentido la relación y que había evidencias, además del testimonio del acusado, de que había sido forzada.
Durante el juicio de tres días celebrado a principios de mes, Alves negó haber violado a la mujer y dijo que “no soy ese tipo de hombre”.
La fiscalía pedía una pena de nueve años de cárcel mientras que la acusación particular reclamaba 12. La defensa pedía su absolución o, en el caso de ser declarado culpable, una condena de un año y una indemnización de 50.000 euros (54.000 dólares) a la víctima.
La fiscalía dijo el jueves que estudiará el fallo antes de considerar un posible recurso ante una instancia superior.
Alves está en prisión desde su detención el 20 de enero de 2023. Sus pedidos para obtener la libertad bajo fianza fueron rechazados porque la corte consideró que había riesgo de fuga. Brasil no extradita a sus ciudadanos condenados en el extranjero.
La víctima declaró a los fiscales que bailó con Alves y entró en el baño del club nocturno por su propia voluntad, pero más tarde quiso marcharse y él no le dejó. Según su versión, el futbolista la abofeteó, la insultó y la obligó a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad.
Alves modificó su defensa durante la fase de instrucción del caso, cuando ya estaba detenido. En primer momento negó cualquier contacto sexual con la mujer, pero después admitió que mantuvieron relaciones sexuales que, según él, fueron consentidas. El futbolista apuntó que su negativa inicial buscaba salvar su matrimonio.