Horas de cola en carro y a pie para ingresar al concierto de Luis Miguel en el estadio Monumental de La Rinconada, un recital de Romeo Santos en la base aérea de La Carlota que comenzó a las 4 de la mañana del día siguiente, un hombre que sacó un arma de fuego en pleno show de Morat en la terraza del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (C.C.CT.) y el derribo de cercas en Maturín que concluyó en el ingreso a la fuerza de centenares de personas para el partido de la selección venezolana de fútbol en el marco de la eliminatoria al Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026.
Una serie de irregularidades que representan un atropello para el fanático que paga una entrada a un evento y que en la mayoría de las oportunidades no recibe reparo y ni siquiera respuesta de los organizadores.
A casi una semana del recital del cantante mexicano Luis Miguel en Caracas, la empresa organizadora Invershow no ha ofrecido disculpas a los fanáticos ni ha emitido declaración alguna sobre los hechos que rodearon el regreso del “Sol de México” a Venezuela después de más de una década. Tampoco el fiscal impuesto por la desaparecida Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, se ha pronunciado.
El espectáculo del artista azteca en un Monumental, que albergaba su primer concierto, se vio empañado por caos vehicular, colapso de vías, matraca policial y colas kilométricas de personas sin información sobre qué hacer, lo cual devino en el ingreso sin boletos al recinto de buena parte de los asistentes.
“En el concierto de Luis Miguel no hubo una tragedia por el tipo de persona que asistió, pero sin duda hubo abuso de poder y corrupción”, dijo el abogado especialista en derecho al entretenimiento, Manuel Mirabal.
Más allá de los organizadores
Un productor de espectáculos que prefirió mantenerse en el anonimato sostuvo que lo acontecido no fue por falta de planificación de la empresa organizadora.
“No fue improvisación porque estuve en las oficinas de Invershow. Vi planos, las tomas aéreas y los controles de acceso que tenían planificados, no sé qué pudo haber fallado”, indicó.
El empresario explicó que es evidente que el acceso al área del Poliedro, La Rinconada y el estadio Monumental con capacidad para más de 30.000 personas es deficiente.
“Como quedó demostrado en la pasada Serie del Caribe y los partidos de los Leones del Caracas en la temporada de béisbol profesional, era factible que sucediera eso, lamentablemente el conejillo de indias fue un concierto tan importante como el de Luis Miguel”, sumó.
El productor sostuvo que un factor determinante fue la pasividad de los miembros de los cuerpos policiales asignados para velar por la seguridad en el sitio.
“La policía estaba cobrando para cuidar los carros y eximir a la gente de la cola, en vez de hacer su trabajo. Cuando los entes públicos no colaboran de la manera apropiada se empieza a complicar el asunto”, agregó.
El empresario advirtió que en la capital venezolana ningún lugar está adaptado para hacer conciertos masivos.
“No tenemos la vialidad ni el control de acceso que pueden tener otras plazas a nivel internacional y se debe improvisar sobre la marcha”, opinó.
El productor prefiere concentrarse en rescatar lo bueno del primer concierto masivo en El Monumental y desechar la mancha negra que significó el acceso y la salida del estadio el pasado 12 de febrero.
“Yo valoro el esfuerzo que se hizo. Lo más complicado para Venezuela era la parte técnica porque entre el tiempo que tuvimos de grave crisis económica que se pegó con la pandemia, tuvimos un delay técnico importante comparado con otros países de la región, eso se ha equiparado últimamente. Para Luis Miguel no se trajo nada en carga, todo fue equipo nacional, lo único que se trajeron fueron las pelotas de plástico que usa el artista en el show para que el público juegue, el dron y las pulseras led, de resto todo estaba aquí”, explicó.
Una historia repetida
Para el abogado Manuel Mirabal, lo sucedido en el concierto de Luis Miguel y también en el de Romeo Santos y Morat tiene que ver con el status quo venezolano.
“Son muy contadas la productoras en Venezuela que se preocupan porque un concierto comience a la hora, que haya seguridad, agua, buena oferta de comida, incluso papel higiénico en los baños, estamos acostumbrados a que si un concierto está pautado para las 8 de la noche termina siendo a las 12 de la madrugada o más allá”, lamentó.
Mirabal sentenció que en otros países estas cosas no suceden porque hay respeto al Estado de Derecho.
“En otras naciones las regulaciones son tan fuertes que cualquier productora sabe que no puede jugar con el público o el artista de esta manera, si las condiciones no están dadas el artista no se presenta y punto”, recalcó.
¿Dónde reclamar?
A juicio de Mirabal no es que los venezolanos estén desamparados de instituciones para ir a reclamar y exigir indemnizaciones cuando sucedan atropellos a sus derechos como consumidores, sino que la desaparición de algunos organismos han levantado una especie de zona gris.
“Tuvimos Procompetencia para la protección del consumidor, Indecu (Instituto Nacional para la Defensa y Educacion del Consumidor y el Usuario) e Indepabis (Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios) y ahora la Sundde (Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómico), que no termina siendo algo para proteger al consumidor sino para fijar precios”, recordó.
Mirabal explicó que desde el año 2012 ha habido una serie de reformas a la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios que ocasionaron la interpretación de algunos de sus artículos.
“Lo cual no significa que haya un vacío legal, pero sí desde un punto de vista normativo quedamos huérfanos”, sumó.
Mirabal sentenció que si el servicio por el que el consumidor pagó no se prestó de forma adecuada, este puede apelar al artículo 1.185 del Código Civil, que se refiere al principio de reparación cuando se causa un daño.
“Pero sería más sencillo teniendo una normativa dedicada a esto, como en los tiempos del Indepabis”, remarcó.
Tomando como ejemplo el concierto del cantante dominicano Romeo Santos en Caracas el pasado 11 de diciembre, Mirabal sentenció que el asistente al show puede exigir una indemnización.
“La gente compró entradas para un concierto que era el domingo 10 de diciembre y este terminó siendo el 11, además un día laboral. independientemente de SI la gente se quedó o se fue de La Carlota, hubo una falla en la prestación del servicio y todos deberían tener opción al reembolso de sus entradas, sin menoscabo de las acciones por daños y perjuicios a los que hubiese lugar”, abundó.
Mirabal agregó que en el caso de Luis Miguel es más complicado: “Es difícil argumentar el daño por la cola, se podría ir por el lado de la estafa y determinar que la persona está sufriendo un daño”.
El abogado sentenció que en el caso de la banda colombiana Morat, el episodio tiene que ver con el abuso de poder y la impunidad en el país: “Y el Estado tiene que tomar riendas en el asunto”.
Efectivamente, el Ministerio Público abrió una investigación para esclarecer los hechos ocurridos el pasado 27 de marzo, sin embargo, nada se conoció sobre una imputación a presuntos responsables.
¿Qué queda para futuros espectáculos en el Monumental?
El cantante colombiano Maluma se presentará el venidero 24 de febrero en el estadio Monumental de Caracas y su compatriota Karol G lo hará en el mismo escenario el 22 y 23 de marzo, pero luego de la experiencia de Luis Miguel algunos fanáticos de este par de artistas están más preocupados que emocionados.
“Lo que hay que hacer es trabajar en el control de acceso y la vialidad. Que se abran las puertas temprano y que, a una determinada hora, la doble vía de la recta al Hipódromo convertirla en una sola, que los filtros se desarmen para que sea más fluido el acceso y desalojo del público”, dijo el productor de espectáculos.
El empresario sostuvo que luego de la experiencia de Luis Miguel quedó demostrado que en Venezuela se pueden hacer grandes espectáculos.
“A ellos les preocupaba la parte técnica y con eso no hubo problema, ahora hay que concentrarse en lo otro. Somos varios empresarios que estamos tratando de convencer a artistas importantes para que nos incluyan dentro de sus giras. Quedó demostrado que cualquier artista con aforo de 40.000 personas se puede traer”, opinó.
Por el contrario, Mirabal opinó que luego del concierto del “Sol de México” es evidente que Venezuela no está preparada logísticamente para este tipo de shows: «Veo positivo que se estén haciendo eventos, pero no es bueno para nuestra imagen como país que estas cosas sucedan”.
Mirabal insistió en que lo ocurrido en el Monumental durante el asueto de Carnaval demuestra lo desprotegido que está el consumidor venezolano.
“Necesitamos normativas y órganos administrativos que puedan ejecutarlas, uno de los objetivos del derecho es servir como un elemento disuasivo”, concluyó.