Su nombre científico Potos flavus deriva del griego «potos» que significa «bebedor», en referencia a su hábito de consumir néctar. «Flavus» en latín significa «amarillo», por el color de su pelaje.
Este pelaje es corto y denso de color marrón dorado. Tiene una máscara negra alrededor de los ojos. Sus patas son fuertes y curvadas, con garras retráctiles que le permiten sujetarse a las ramas.
El cuchicuchi es nocturno, sus ojos grandes y redondos son una adaptación natural para la vida en la penumbra de la selva, pasa el día durmiendo en huecos de árboles o en nidos construidos en la vegetación. Al caer la noche, sale en busca de alimento, recorriendo grandes distancias en busca de frutos maduros, néctar, flores e insectos.
Su lengua extensible, similar a la de un oso hormiguero, le permite alcanzar el néctar de las flores y atrapar insectos.
Alcanzan la madurez sexual alrededor de los 18 meses de edad, mientras que los machos lo hacen a los 24 meses. La gestación dura alrededor de 115 días, y la hembra da a luz una sola cría. Las crías son destetadas a los 6 meses de edad y alcanzan la independencia alrededor del año.
Juega un papel importante en la dispersión de semillas y la polinización de las plantas en los bosques tropicales. Además, ayuda a controlar las poblaciones de insectos.
En algunas culturas indígenas de América Central y del Sur, se asocia con la astucia y la sabiduría. En la mitología Maya, se relaciona con el Xibalbá, el mundo subterráneo regido por las divinidades de la enfermedad y de la muerte.