Trabajo de Runrunes
La abanderada de la oposición para las elecciones presidenciales en Venezuela, María Corina Machado, no cree que Maduro quiera tirar por la borda los acuerdos firmados por la Plataforma Unitaria y el chavismo en Barbados en octubre del año pasado.
Durante un conversatorio organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS por sus siglas en inglés), la ganadora de la pasada elección primaria opositora indicó que al Gobierno de Maduro no le conviene darle una patada definitiva a la mesa de Barbados.
“Ellos están buscando desesperadamente obtener legitimidad y recursos”, dijo.
Machado indicó que la persecución emprendida por Maduro y sus acólitos a la disidencia política demuestra que tienen pánico a salir de Miraflores.
“El hecho de que insistan en bloquear mi candidatura no tiene solo que ver conmigo, sino con que este régimen no considera aún la posibilidad de perder el poder”, aseveró Machado.
El Gobierno de Estados Unidos, que había relajado las sanciones a cambio de eventuales elecciones libres y transparentes, informó recientemente que esperará hasta abril de este año para decidir si vuelve a imponer castigos al Ejecutivo chavista.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, manifestó que la relajación de sanciones dependerá de lo que haga Maduro para cumplir su compromiso adquirido en la isla caribeña.
El reciente arrecio de patrones de persecución y encarcelamiento de dirigentes regionales del partido Vente Venezuela, así como el de la presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, han provocado que la administración de Joe Biden haya impuesto sanciones en el sector del oro a finales del mes de enero.
A propósito de la aprehensión y acusación contra San Miguel por tener supuestos planes conspirativos contra el actual Gobierno venezolano, Machado solicitó más vehemencia por parte de la comunidad internacional.
“Necesitamos imponer más consecuencias a la represión, no puede ser solo a través de mensajes en redes sociales”.
Machado indicó que el madurismo apela a esta política de persecución para sembrar miedo en la disidencia.
“El régimen lo hace para crear el caos en la población y despojar al pueblo de su poder en un momento crítico”, concluyó.