El Senado estadounidense aprobó, la madrugada del martes, un paquete de ayuda de 95.300 millones de dólares para Ucrania, Israel y Taiwán, tras meses de negociaciones difíciles y entre crecientes divisiones políticas en el Partido Republicano sobre el papel de Estados Unidos en el extranjero.
La votación se celebró, después de que un pequeño grupo de republicanos que se oponían a la partida de 60.000 millones de dólares para Ucrania; ocuparan el turno de palabra durante toda la noche, utilizando las últimas horas del debate para argumentar que Estados Unidos debería centrarse en sus propios problemas antes de enviar dinero al extranjero. Sin embargo, 22 republicanos votaron con casi todos los demócratas para aprobar el plan por 70 fotos a favor frente a 29. Los partidarios del plan dijeron que abandonar a Ucrania podría envalentonar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, y amenazar la seguridad nacional en todo el planeta.
“Con esta ley, el Senado declara que el liderazgo estadounidense no flaqueará, no fallará, no fracasará”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, que trabajó de cerca con el líder republicano Mitch McConnell en el texto.
La aprobación del paquete en el Senado era una buena noticia para Ucrania ante un desabastecimiento crítico en el campo de batalla. Sin embargo, la iniciativa enfrentaba un futuro incierto en la Cámara de Representantes, donde republicanos de línea dura afines al expresidente Donald Trump —el favorito a obtener la candidatura republicana a la presidencia y crítico con el apoyo a Ucrania— se oponen al proyecto.
El portavoz Mike Johnson aumentó las dudas sobre la propuesta en una declaración el lunes por la noche en la que dejó claro que podrían pasar semanas o meses antes de que el Congreso envíe la legislación al escritorio del presidente, Joe Biden, si es que eso ocurre.
Aun así, la votación era una victoria para los líderes de los dos partidos en el Senado. McConnell ha convertido Ucrania en su máxima prioridad en los últimos meses, y se ha mantenido firme ante la considerable presión de su propia bancada.
Los dólares proporcionados por la medida servirían para comprar equipamiento de defensa de fabricación estadounidense, como municiones y sistemas antiaéreos que según las autoridades se necesitan con urgencia ante los bombardeos rusos sobre Ucrania. También incluye 8.000 millones de dólares para el gobierno en Kiev y otras formas de asistencia.
“Para nosotros en Ucrania, la asistencia continuada de Estados Unidos nos ayuda a salvar vidas humanas del terror ruso”, indicó el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en redes sociales. “Supone que la vida continuará en nuestras ciudades y triunfará sobre la guerra”.
Además, el paquete daría 14.000 millones de dólares para la guerra de Israel con Hamás, 8.000 millones de dólares para Taiwán y socios en el Indopacífico para hacer frente a China y 9.200 millones de dólares para ayuda humanitaria para Gaza.
Dos demócratas, los senadores Jeff Merkley de Oregon y Peter Welch de Vermont, así como el senador independiente Bernie Sanders, votaron en contra. Los legisladores progresistas se han opuesto a enviar armamento ofensivo a Israel.