Las diferentes combinaciones de sonidos, imágenes y texturas aumentan notablemente la capacidad de percepción; sin embrago, aun combinando tres o más de estos sentidos (sin contar el olfato), no se logra un resultado contundente como al utilizar olores. La nariz y el sentido del olfato nos han dado grandes sorpresas: se han descubierto que por medio de las feromonas y del órgano vomeronasal, los seres humanos pueden identificar olores y recordarlos durante periodos extraordinariamente largos, tanto que el paso de los años no logra eliminarlos. En esto consiste el éxito del marketing olfativo al relacionar a un producto a un aroma especifico, de forma cuando el consumidor perciba este aroma recuerde el producto en cuestión.
La base de esta idea se relaciona con aroma-concepto, por lo que resulta indispensable seleccionar un aroma especifico a un concepto determinado, de manera tal que el consumidor lo identifique y recuerde. Algunas recomendaciones para utilizar el marketing olfativo son:
Utilice siempre el mismo olor para un producto, y una gama de olores con la misma base para una línea de productos; por ejemplo, si usted comercializa ropa, procure aromatizar la misma con un aroma sutil, poco llamativo pero que sea agradable; procure que la tienda al detal donde venden sus productos tenga ese mismo aroma.
Establezca un concepto relacionado con ese aroma; procure que el producto tenga un concepto relacionado con el aroma, por ejemplo; nueva línea de ropa sport “Rebelde como tú”, el concepto rebelde; aunado a un aroma poco convencional establecerá un concepto en la memoria de los consumidores que será fácil de recordar.
Utilice aromas congruentes; existen muchos aromas que el consumidor recuerda y relaciona con conceptos, estos aromas no serán útiles en un programa de marketing olfativo, busque aromas novedosos y poco comunes.
Sea congruente; el aroma que deberá utilizar debe ser congruente con el producto, si su producto está dirigido a un segmento de gente joven, entonces el aroma deberá relacionarse con la juventud, elimine aromas tradicionales como el tabaco o lavanda.
El marketing olfativo es una estrategia que se ha explotado poco y aún falta mucho por investigar; sin embargo, es un hecho que la combinación de olores, formas, imágenes y sonidos con un concepto de producto novedoso, logrará en sus consumidores un impacto importante.
Msc. Julio Cesar Vargas
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