El rinoceronte blanco es el segundo animal terrestre más grande después del elefante. Aunque su nombre común sugiere que es del color de la leche, en realidad tiene la piel de color grisáceo. La palabra «blanco» proviene de la adaptación de la palabra afrikaans «wyd,» que significa ancho, haciendo referencia a la boca ancha de este rinoceronte adaptada para pastar.
Su nombre científico «Ceratotherium simum» deriva del griego «keras,» que significa cuerno, y «therion,» que significa bestia, mientras que «simum» proviene del latín y significa nariz, también haciendo referencia a su boca.
Estos gigantes herbívoros son conocidos por su comportamiento tranquilo y pacífico. Generalmente, prefieren vivir en grupos familiares llamados «tropas,» lideradas por una hembra adulta. A pesar de su tamaño, los rinocerontes blancos son ágiles y pueden correr a velocidades sorprendentes cuando se sienten amenazados.
Es una de las criaturas más imponentes y majestuosas de la fauna africana. Sin embargo, su existencia se ve amenazada por la caza furtiva y la pérdida de hábitat, convirtiéndolo en una especie en peligro crítico.
Históricamente, los rinocerontes blancos se encontraban en toda África, desde Sudáfrica hasta Sudán. En la actualidad, la mayoría se encuentran en reservas y parques naturales, como el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica siendo un importante bastión para la conservación de esta especie.
La caza furtiva es la principal amenaza para la supervivencia del rinoceronte blanco. Su cuerno, compuesto principalmente por queratina, tiene un alto valor en el mercado negro, impulsado por la demanda en algunos países asiáticos donde se le atribuyen propiedades medicinales.