Venezuela cerró el mes de enero sin producir ningún vehículo, al igual que el año pasado, según los datos publicados por la Cámara Automotriz (Cavenez), situación que refleja la profunda crisis que atraviesa el sector, que ha visto caer su producción en un 100% respecto a diciembre, cuando solo se fabricaron cuatro camiones.
El país, que llegó a tener una industria automotriz «completa y muy competitiva», que exportó más de 118.000 vehículos a Colombia y Ecuador entre 1992 y 2002, bajo el convenio automotor de la Comunidad Andina (CAN), de la que se retiró en 2006, ahora enfrenta un escenario de escasez de mercado, de insumos y de financiación.
Según Cavenez, en 2023 solo se produjeron 61 vehículos en Venezuela, lo que representa una caída del 19,7% en comparación con 2022, cuando se fabricaron 76 unidades. Estas cifras son las más bajas de la historia del sector, que ha sufrido el impacto de la hiperinflación, las sanciones internacionales, la pandemia y la falta de políticas públicas que lo apoyen.
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Los representantes de la industria aseguran que se necesita recuperar la financiación, que se ha reducido de manera significativa en los últimos años, así como garantizar el acceso a las divisas, a la materia prima y a los repuestos.
Asimismo, la Cámara de Fabricantes de Autopartes (Favenpa) estima que el parque automotor venezolano tiene un promedio de 22 años de antigüedad, un envejecimiento que se debe a la caída del poder adquisitivo y a la falta de crédito bancario para la compra de nuevos vehículos, lo que también dificulta el mantenimiento y la reparación de los mismos.