Río de Janeiro declaró una emergencia de salud pública por un brote de dengue, informó la ciudad el lunes, pocos días antes del inicio del Carnaval.
No se tiene previsto que el brote perturbe los festejos, los cuales empiezan oficialmente el viernes y se extienden hasta el 14 de febrero. Sin embargo, la presencia de la enfermedad ha obligado a una serie de medidas especiales por parte de la ciudad con la esperanza de contener el número de casos.
La municipalidad anunció la apertura de 10 centros de atención médica, la creación de un centro de operaciones de emergencia y la designación de camas de hospital destinadas especialmente para enfermos de dengue. Las autoridades usarán también “carros de sanidad” en las regiones con la mayor incidencia de casos, desde donde lanzarán insecticida al aire.
Desde comienzos de 2024, la municipalidad ha registrado más de 10.000 casos de dengue, poco menos de la mitad de los 23.000 casos totales en 2023.
El anuncio coincide con la llegada de los primeros turistas y juerguistas para participar en las fiestas callejeras y los fastuosos desfiles de las escuelas de samba.
El gobernador del estado de Río, Cláudio Castro anunció el lunes los planes operativos, los cuales incluyen la campaña “Contra el Dengue Todos los Días”. Esto abarca repelentes, pegatinas, bandanas y sombreros con advertencias sobre la enfermedad que se entregarán a los asistentes del Sambódromo, en donde se mostrará un aviso de 15 segundos con detalles sobre el combate contra las infecciones.
Pero el problema es nacional. La explosión de los casos de dengue en todo el país ha llevado a por lo menos cuatro estados —Acre, Minas Gerais y Goiás, además del Distrito Federal— a declarar una emergencia de salud pública.
El lunes, la fuerza aérea brasileña instaló un hospital de campo con 60 camas en Ceilandia, en el Distrito Federal, para atender a enfermos de dengue.