La Cámara de Diputados de Argentina aprobó el viernes en términos generales un proyecto de reforma propuesto por el presidente libertario Javier Milei para desregular la economía, superando un obstáculo para la amplia iniciativa después de tres días de acalorado debate.
Pero la letra pequeña de los más de 300 artículos del proyecto de ley general, incluidos cambios económicos, administrativos, penales y ambientales, aún está sujeta a negociaciones en la cámara baja. La iniciativa también deberá ser aprobada por el Senado.
El viernes, los legisladores de la Cámara Baja aprobaron la iniciativa de Milei con 144 votos a favor y 109 en contra. La cámara entra en receso hasta el martes, cuando los diputados comenzarán a negociar los artículos individuales del proyecto de ley.
Milei agradeció a los líderes de la oposición que apoyaron la iniciativa, diciendo que «comprendieron el contexto histórico y optaron por poner fin a los privilegios de la casta y la república corporativa, en favor del pueblo, que ha sido empobrecido y tiene hambre».
Algunos legisladores expresaron reservas sobre los artículos relacionados con la privatización de empresas estatales y la delegación de poderes legislativos al presidente. Otros artículos del proyecto de ley apuntan a eliminar los controles estatales sobre la economía, reformar los sectores administrativo, de salud y de educación, y aumentar las tarifas de los servicios públicos.
Impulsar la iniciativa a través de la legislatura ha puesto a prueba la capacidad de negociación de Milei, un economista con poca experiencia política previa que asumió el cargo el 10 de diciembre. Su partido Avanza la Libertad es el tercero más fuerte en el Congreso y carece de escaños para imponer su agenda por sí solo.
El presidente, que se describe como un libertario y anarcocapitalista, ha prometido reducir drásticamente el gasto estatal para apuntalar un déficit presupuestario gubernamental que, según él, está alimentando la inflación , que terminó 2023 en un 211%.
Desde su toma de posesión, Milei ha devaluado la moneda argentina en un 50% , ha recortado los subsidios al transporte y la energía, y ha dicho que su gobierno no renovará los contratos de más de 5.000 empleados estatales contratados antes de asumir el cargo.
Las medidas y propuestas han provocado protestas en Buenos Aires, la capital de Argentina. La semana pasada, el presidente enfrentó una huelga general de un día organizada por el sindicato más grande.