Hasta el 26 de enero, el Sistema de Información sobre Incendios para la Gestión de Recursos (FIRMS) de la NASA y el Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela (Hidromet – UCV) han reportado más de 8.000 focos de calor en Venezuela, concentrando los indicios de incendios forestales en el occidente del país.
Para Hidromet – UCV, el mes de enero del 2024 está superando en 124.5 % a la media de focos de calor en el país, y es el registro más alto que tiene la academia desde el año 2001.
Para el 25 de enero del 2024, los tres primeros estados (con mayores focos de calor) son Apure, Guárico y Bolívar», informó Alfredo Gil, ingeniero hidrometeorologista de la UCV, en su cuenta de X. Mientras tanto, FIRMS advierte que los andes venezolanos son los más afectados por los incendios durante este mes.
Chispas de información
Frente a un Fenómeno de El Niño presente desde el 2023 más el pronóstico de la NASA sobre los años más cálidos de sus registros a nivel mundial, las alertas locales por incendios en Venezuela se esparcieron en las dos últimas semanas de enero.
Freddy Bernal, gobernador del estado Táchira —en frontera con Colombia—, informó que en la última semana «las cifras históricas de incendios en la región son históricas», superando en 120 % del promedio histórico documentado por Protección Civil Táchira.
El 24 de enero el gobernador del estado Mérida, Jehyson Guzmán, dijo en una rueda de prensa que 265 hectáreas de la entidad andina se habían quemado por «87 eventos vinculados con incendios», ya sean provocados, por «los cambios de clima y el aumento de temperaturas». Decretó un «Estado Mayor contra los Incendios» para prevenir y mitigar estos desastres.
Mientras tanto, en Colombia, decretaron un estado de emergencia frente a una ola similar de incendios el pasado 24 de enero. El gobierno neogranadino documentó «más de 500 incendios y hay 60 municipios en stress hídrico» en el mes.
Sequías e incendios exacerbados por el cambio climático
El 24 de enero, la asociación de investigadores climáticos World Weather Atribution informó que la sequía que enfrenta Venezuela y otros países que conforman la Selva Amazónica por el Fenómeno de El Niño está siendo más fuerte que en periodos anteriores por efectos del cambio climático.
La institución Europea, donde colabora la Cruz y la Media luna Roja Internacional, concluyó que los efectos del fenómeno de El Niño en el norte de Suramérica durante este año han provocado que los niveles del río Negro, el río Amazonas y el río Orinoco estén más bajos del promedio.
En el caso venezolano, el Hidromet – UCV informó que el río Orinoco estuvo en los índices mínimos durante diciembre del 2023. En una entrevista a Runrun.es, Gil aseguró que este evento afecta al transporte fluvial de minerales como la bauxita.
«Hay muchas formas de catalogar una sequía. La sequía meteorológica considera solo el déficit de precipitaciones, mientras que la sequía agrícola combina las lluvias bajas con la pérdida de la humedad por la transpiración de la vegetación. (…). En este estudio evaluamos que en la región están presentes la sequía agrícola y la sequía meteorológica», se lee en el informe de World Weather Atribution.
Y, mientras más seca está la vegetación, más propensa será a prenderse en fuego.
Incendios en Venezuela sin mitigación
«En Venezuela no podemos decir que este ciclo de El Niño será tan severo como en el año 2016 porque no hay pronósticos. Para diciembre del 2023, el INAMEH aún no ha declarado todavía año Niño», precisó Antonio De Lisio, geógrafo y director de la coalición de ONG Alianza para la Acción Climática Venezuela.
El también profesor de la UCV reiteró que los incendios y los focos de calor no están directamente relacionados con el fenómeno El Niño, sino con la época de sequía en el país —que va desde diciembre hasta abril—. Pero añadió que sí son eventos que ocurren con más frecuencia durante el fenómeno climático.
«Podríamos decir en el Estado venezolano nunca ha tenido un programa de mitigación o prevención sobre los efectos del Niño», aseveró De Lisio. «Nosotros deberíamos estar previniendo efectivamente en un año Niño. Por ejemplo, saber qué va a pasar con el centenar de represas que nos suministran agua tanto a los habitantes urbanos como para las actividades industriales y agrícolas».
«No hay previsión al respecto. Ya hay índices preocupantes de falta de cobertura boscosa que desprotegen a la población y las fuentes de agua que consumen», agregó. «Sin información, la población estará más vulnerable, más en emergencia humanitaria compleja».
Para el director de la Alianza para la Acción Climática Venezuela, otro factor de vulnerabilidad se encuentra en la falta de gasolina y de agua para los cuerpos de bomberos y de Protección Civil a nivel nacional, que denuncianfalta de recursos desde, al menos, el año 2016.
Según la Organización Meteorológica Mundial, se espera que el fenómeno de El Niño se mantenga hasta el mes de abril de este año, lo que se traduciría en Venezuela en una alta probabilidad de que las lluvias sean más escasas.