Colombia está recibiendo ayuda internacional para combatir decenas de incendios forestales que tienen en alerta máxima a varios municipios debido a las altas temperaturas ocasionadas por el fenómeno meteorológico El Niño.
El último reporte disponible de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD) publicado en la cuenta de X, antes Twitter, cifró en 24 los flagelos activos en siete departamentos y en Bogotá. Unos 304 han sido apagados, según el balance.
El presidente Gustavo Petro declaró el jueves el estado de desastre y calamidad pública en todo el territorio y activó el llamado de apoyo internacional a las Naciones Unidas y la Unión Europea.
En el sexto día de tareas para la mitigación de los incendios que se multiplicaron desde el lunes, arribó desde Perú un sistema contra incendios que incluye 220 contenedores con una capacidad de almacenamiento de 1.100 litros de agua, se informó desde la cuenta de X del ministerio de Defensa.
Los contenedores liberan las cargas desde el aire “y crean un efecto lluvia con gran precisión sobre los incendios de grandes magnitudes”, agregó el mensaje.
El coronel de la fuerza aérea peruana Víctor Vargas destacó que se ha venido trabajando en un ejercicio de cooperación conjunta rápida, para atender estos desastres naturales “que van a venir con más violencia y más rápido en el marco del cambio climático”.
La víspera, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) informó en la red social X que activó a expertos en desastres que se encuentran en el país para aportar en las evaluaciones técnicas y coordinar con los organismos de socorro y las autoridades locales.
El sábado, la alerta roja por “alta probabilidad de incendios” se reportó en las regiones del Caribe, Pacífico, Los Andes, Orinoquía y Amazonía, indicó el reporte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
Según las autoridades, el departamento de Cundinamarca, cuya capital es Bogotá, en el centro andino del país, está entre los más afectados. En la capital rige, además, la declaratoria de alerta zonal en el suroccidente por la mala calidad del aire.