El profesor Joaquín Benítez ocupa desde este jueves 25 de enero, el sillón XXVIII como individuo de número de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat. Durante la ceremonia de incorporación, el ingeniero agradeció a la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), por darle la oportunidad de impulsar el desarrollo sostenible en la docencia, la investigación y la extensión.
Tras su nombramiento en octubre de 2023, y luego de 13 años desde su postulación, el profesor Joaquín Benítez -director de Sustentabilidad Ambiental UCAB (DSA)- fue incorporado oficialmente como individuo de número a la Academia Nacional de Ingeniería y el Hábitat (ANIHVEN), en un acto celebrado el jueves 25 de enero en el Palacio de las Academias, en Caracas.
Desde ahora, el ingeniero agrónomo (UCV) especializado en Desarrollo Sustentable (Universidad de Lanús, Argentina), magíster en Gerencia Ambiental (IUPFAN) y doctorando en Desarrollo Sustentable (USB) ocupa el sillón XXVIII de la destacada institución.
Tal y como indica el protocolo, Benítez ofreció su discurso de incorporación ante los demás integrantes de la Academia.
Inmediatamente después, el también ingeniero agrónomo y sillón V, Eduardo Buroz Castillo, pronunció la contestación correspondiente.
Finalmente, el presidente de la ANIHVEN, José Ochoa Iturbe, realizó la investidura, juramentación, entrega del diploma e imposición de la medalla que acredita al profesor de la UCAB como individuo de número de la organización.
«Es un honor que, a la vez, nos regocija; nos invita a seguir trabajando por la institución con vocación de servicio para contribuir con el logro de sus objetivos y misión», señaló el también director del Postgrado de Ingeniería Ambiental UCAB en sus palabras, en las cuales también se refirió a su predecesor en el sillón XVIII, el ingeniero Rubén Alfredo Caro, así como a los desafíos relacionados con el desarrollo de una ingeniería sostenible y respetuosa del medio ambiente.
El poder transformador que exhibe la ingeniería conlleva una gran responsabilidad: las cosas se pueden transformar para bien, pero también para mal. De allí que, por ejemplo, algunas universidades aquí y en el resto del mundo están trabajando para que los profesionales que egresen asuman valores acordes a principios éticos y morales que contribuyan con la prosperidad y el bienestar; y, por supuesto, también con lo ambiental y la sostenibilidad. Es por ello que debemos seguir abogando por desarrollar y ejercer una ingeniería ambientalmente inteligente y que promueva la sostenibilidad es un imperativo que debe llamarnos a la reflexión, a la acción y por el cual pretendemos incidir y trabajar en la Academia», añadió.