No fue un mensaje de gestión como corresponde hacer un mandatario para rendir cuentas, sino una perorata de mentiras, amenazas y violencia, declaró Filiberto Peña Canelón, exsecretario general seccional de Acción Democrática y exsecretario general de gobierno en el estado Lara.
En su sarta de mentiras habló de un mejoramiento económico en el país, pero la realidad lo desmiente porque la pobreza de la población sigue creciendo, los servicios públicos continúan siendo un problema para todos y el dólar se ha convertido en el instrumento de transacción en todas las operaciones porque el bolívar, prácticamente, ha desaparecido.
Los ingresos que perciben los trabajadores venezolanos no es acorde con su desempeño porque no les alcanza y el aumento de los bonos no constituye garantía alguna para mejorar sus condiciones de vida porque los precios de los productos de consumo diario aumenta al igual que la moneda estadounidense, que ha suplantado al signo monetario nacional. Una vez más habló de amenazas y de violencia cuando este es un país que lo que quiere es vivir en paz, con tranquilidad y sin temor alguno.
La realidad venezolana nos muestra que hay un sector, muy reducido por cierto, que tiene recursos para vivir bien y adquirir los productos que tienen los bodegones, pero éstos ya la gente sabe a quienes pertenecen porque, en su mayoría, son de enchufados al régimen.
Peroratas como la de este lunes quince de enero no calan en el pueblo, porque éste se cansó de las mentiras del régimen, al cual no le tiembla el pulso para arremeter contra indefensas personas cuando
se echan a reclamar. Y cómo este pueblo se cansó del régimen, se espera que se cumplan los acuerdos de Barbados para que haya elecciones limpias, supervisadas por entes internacionales y ajustadas a las normas democráticas para que podamos volver a una democracia en la que se cumplan la Constitución y las leyes, y éstas no vuelvan a ser violadas, dijo Fili Peña.