El pasado viernes, una serie de derrumbes causaron una de las peores catástrofes naturales en la historia del departamento del Chocó, dejando al menos 35 muertos, 20 heridos y una decena de desaparecidos.
Los hechos ocurrieron en la carretera que comunica a Medellín con Quibdó, la capital chocoana, cuando varios vehículos quedaron atrapados por un alud que bloqueó la vía. Algunos de los pasajeros se refugiaron en una casa cercana, pero minutos después otro derrumbe sepultó la vivienda y los automóviles.
El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que hasta el momento ha recibido 35 cadáveres, de los cuales 33 han sido identificados y 23 entregados a sus familiares. La entidad indicó que continúa trabajando para identificar y entregar las demás víctimas.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro declaró el estado de desastre natural en la zona y anunció la transferencia de 500.000 millones de pesos (casi 128 millones de dólares) de la Agencia Nacional de Infraestructuras (ANI) al Instituto Nacional de Vías (Invías) para realizar obras de estabilización y seguridad en la carretera.
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Petro sobrevoló el domingo el lugar de la tragedia y lamentó la situación de abandono y pobreza que vive el Chocó, el departamento más rezagado del país. El mandatario aseguró que su gobierno hará todo lo posible para terminar la carretera y mejorar las condiciones de vida de los chocoanos.
Mientras tanto, las labores de rescate continúan en la zona, donde se estima que hay alrededor de 10 personas desaparecidas. Los heridos han sido trasladados al hospital de Carmen del Atrato, el más cercano al sitio del desastre, y a Medellín, donde reciben atención médica especializada.