Monseñor Owaldo Araque, Administrador Apostolico de la Arquidiócesis de Barquisimeto y Obispo de la Diócesis de Guanare, auspició la santa eucaristía de la salida de la imagen de la Divina Pastora este domingo 14 de enero.
Araque indicó que cada 14 de enero es una gran fiesta del pueblo católico y mariano.
“Motivamos a que las palabras de Isabel a María la hagamos nuestra y podamos decir también nosotros, bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús, ¿cómo he merecido yo que la Madre del Señor venga a verme? Por tal motivo, presenciamos cada 14 de enero, es una gran fiesta del pueblo católico, del pueblo mariano, y es que las celebraciones y las fiestas son parte irrenunciable de la vida humana para expresarnos y desarrollarnos plenamente lo que no se expresa, ni se comunica, ni se celebra, o no existe en realidad, o termina muriéndose”, manifestó.
“Sin las celebraciones no puede mantenerse una fe viva. Cuando faltan las celebraciones, la vida religiosa pierde su sentido, conciencia y lucidez. Ahora bien, cuando hacemos una fiesta es necesario que haya una auténtica vivencia y convicciones de lo que celebramos, de lo contrario, las celebraciones pueden convertirse en un ritual sin sentido y vacío de contenido, una apariencia incapaz de darnos la alegría y la esperanza, pues es lo que deseamos y necesitamos y todos buscamos, como nos enseña Jesús en el Evangelio, las cosas hay que hacerlas con espíritu y verdad. En tal sentido, las celebraciones para los creyentes en honor a la Santísima Virgen María, parten de la convicción”, refirió.