Edgar Vásquez junto a su esposa e hija viene hoy a la procesión 166 de la Divina Pastora para agradecer a la madre de los larenses por haber atendido a su pequeña, quién con tan solo 8 meses sufrió la enfermedad de Kawasaki.
Son devotos desde pequeños y con fe le inculcan a su hija la devoción hacia la Divina Pastora y caminan hoy por tercer año consecutivo los más de 7 kilómetros de fe en esta, la procesión más grande de América Latina.
Agradecen de corazón a la Divina Pastora y piden por el cese de las enfermedades y anhelando la Venezuela de antes.