A este francés de origen argelino le bastan 47 años para cimentar una vasta y trascendente obra intelectual por medio de la palabra literaria y periodística pese a las duras adversidades que debió afrontar, entre éstas la pobreza de su familia del estrato obrero.
Con todo, las supera quizá gracias a su filosofía del existencialismo a la que se sujeta con fuerza. De esa forma accede a la cultura y educación superior con que soñaba su madre para él. Se realiza intelectualmente como escritor, periodista, dramaturgo, político y filósofo.
Albert Camus (7-11-1913 – 4-1-1960) es de esos hombres que ciertamente no nacen todos los días sino cada varias décadas. Ello visto su calidad humana, intelectual y trascendencia con su ejemplo existencial. Un hombre antidogmático comprometido con el progreso y la contribución de su obra en una diversidad de campos intelectuales.
El escritor que marca huella como novelista, ensayista y dramaturgo. Para ello se vale de la palabra literaria y periodística de oraciones cortas. Es el autor de una veintena de libros que se convirtieron en éxitos de venta y crítica y referencia de varias generaciones de jóvenes en lo moral, ético, ideológico y político en la primera mitad del siglo XX sacudido por dos guerras mundiales y otros conflictos bélicos. Una excelente obra escrita que lo hizo merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1956. Entre estos citamos: El extranjero, La peste, La caída, El exilio, y el reino, El Hombre Rebelde.
Su novela El Extranjero, considerada un clásico de la literatura francesa, nos deja el alentador mensaje del hombre en pena condenado a morir en el patíbulo por el asesinato de un hombre. Pero el juez no ve el crimen cometido sino que no lloró en el sepelio de su madre.
Es un caso absurdo en la vida accidentada de los seres humanos. Se trata de una obra escrita con estilo radiofónico por lo breve de sus oraciones, por ejemplo el principio cuando dice: “Hoy ha muerto mamá”. El uso del pretérito indicativo en un relato literario que Camus maneja certeramente a lo largo del mismo con lo cual cautiva al lector. Una hábil manera de engancharlo cuando evade el tiempo pasado para estimularlo a penetrar en la novela.
En el género del ensayo se manifiesta con mayor fuerza su condición de pensador. Apreciable principalmente en El Hombre Rebelde cuyo título habla por sí solo de esa condición que suscribe a lo largo de su existencia. El ciudadano dispuesto a jugársela en defensa de su pedazo de tierra.
Es un convencido de la importancia y valor del arte en la realización humana. Por lo que otra de las formas del arte en la cual interviene es el teatro en la faceta de dramaturgo. Es el creador de varias obras, a saber: La revuelta de Asturias, El malentendido, Calígula, Estado de Sitio y Los justos.
En el campo del periodismo Camus, luego del estallido de la Segunda Mundial, se pone al frente de los periódicos Resistencia y Combate en los cuales hace de la palabra su instrumento de lucha contra el fascismo. Su escritura es urgente condicionada por las circunstancias del tenso trajinar de la lucha política clandestina. De él es la célebre definición de este oficio: “El periodista es el historiador del momento”. También escribe para varios periódicos artículos, crónicas y ensayos siempre esperados por el público. Se trata de la palabra escrita de un hombre provisto de una brillante inteligencia.
En la filosofía deja la marca de un sensible y profundo pensador. Es el forjador de la corriente contemporánea del existencialismo que influye en varias generaciones de jóvenes. El existencialismo consiste en la afirmación de la vida y la libertad en concreto. En su filosofía clama porque el hombre sea capaz de enfrentar las adversidades de la vida evadiendo caer en el absurdo que significa la derrota y la muerte.
Camus arremete contra todas las formas de totalitarismo: de izquierda o derecha con sus ideologías del comunismo y fascismo. Esa postura le acarreó su expulsión de las filas del Partido Comunista de Francia. Del marxismo sostiene que es otra religión por su dogmatismo. En este aspecto se parece al argentino Ernesto Sábato en su lucha contra todas las formas de opresión.
El 4 de enero de 1960 se registra su absurda muerte en un accidente de tránsito en una carretera francesa. Un día antes había dicho: «No conozco nada más idiota que morir en un accidente de auto»
Pero Camus se sabía condenado a una muerte prematura: sufría una afección pulmonar que no lo abandonaba y el mal de Koch, según el diario español ABC en 1960.
Albert Camus, un ciudadano del mundo, como lo plantea el argentino Jorge Luis Borges.
Freddy Torrealba Z.
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